Weimar, la ciudad de los clásicos en Alemania
Situada a orillas del río Ilm, Weimar es una pequeña ciudad alemana del estado de Turingia, 270 kilómetros al sur de Berlín. Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1998, en ella vivieron muchos grandes escritores e intelectuales de finales del siglo XVIII y principios del XIX, lo que la convirtió en uno de los espacios culturales más interesantes de Alemania.
Entre esos escritores, intelectuales y artistas estaban Goethe, Johann Sebastian Bach, Schiller o Frank Liszt. De aquella época clásica pertenecen la mayoría de sus grandes edificios y parques por los que fue declarada Patrimonio de la Humanidad. En total son doce los edificios que forman el conjunto patrimonial.
De ellos hay que destacar la Casa de Goethe, en la que vivió el escritor desde 1782 hasta el año de su muerte en 1832. Se trata de una típica vivienda de la época con un precioso jardín. Cuenta con algunos muebles originales, como el escritorio en el que se sentaba el escritor. Hoy alberga el Museo Nacional Goethe, con los objetos personales del autor y otras exposiciones temporales dedicadas a recordar su vida y su obra.
La Casa de Schiller es otro de los edificios clásicos más visitados de la ciudad. Al igual que la de Goethe, en ella podemos descubrir la vivienda en la que residió el poeta y dramaturgo Friedrich Schiller hasta su muerte en 1805. Todo lo que se encuentra en su interior pertenece a la época en la que vivió el artista, de ahí que hoy puedan verse sus objetos y mobiliario personal. Eso sí, es una casa más sencilla que la de Goethe.
Uno de los edificios más hermosos de la ciudad es el Palacio Belvedere, que también forma parte del conjunto de monumentos clásicos Patrimonio de la Humanidad. Construido en las primeras décadas del siglo XVIII, fue la residencia de verano de la familia ducal. Además de sus estancias, destaca especialmente el magnífico Jardín Ruso y la Torre Roja.
De los edificios religiosos que podemos ver en Weimar hay que destacar la Iglesia de San Pedro y San Pablo, construida a mediados del siglo XIII. Curiosamente es conocida por la iglesia de Herder, ya que en ella predicó durante varios años el filósofo y teólogo alemán, Johann Gottfried Herder, otro de los personajes influyentes que vivió en esta ciudad durante la segunda mitad del siglo XVIII.
La visita a Weimar nos llevaría también a conocer su impresionante Ayuntamiento o Rathaus, construido a mediados del siglo XIX en la Plaza del Mercado; la célebre Bauhaus o Escuela Superior de Diseño, fundada en 1919 y auténtico icono para arquitectos y trabajadores de artes plásticas; y el Museo Bauhaus, situado en la Plaza del Teatro, con obras realizadas entre 1919 y 1925.
Tanto le debe Weimar a sus escritores e intelectuales que el símbolo de la ciudad es, sin duda, las estatuas de Goethe y Schiller, los dos grandes dramaturgos alemanes, en el centro histórico. Los restos de ambos descansan en el panteón ducal del Cementerio Histórico.
Foto Vía SahnBild
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