Visita medieval a Zamora
Con 11 kilómetros cuadrados de superficie Zamora se asienta sobre un gran risco que se alza sobre el río Duero.
Sus origenes podrían remontarse a la época románica cuando con el nombre de Ocellum Duri, surge en ella un personaje que formaría parte intrínseca del carácter y la historia de esta ciudad, Viriato, del cual existe una estatua en una plaza urbana que también lleva su nombre.
Una de las imágenes de Zamora más fascinante son las murallas levantadas sobre las peñas de Santa Marta. Es por ellas que la ciudad es conocida como «la bien cercada», cuando el rey Fernando I así la llamó tras haber caído en manos de Almanzor, y tras haberla reconstruido y repoblado para legársela a su hija Doña Urraca.
Zamora se caracteriza por su sobrio ambiente medieval en el interior de sus murallas. Todo en ella nos hace respirar el caracter de siglos pasados, como sus puertas de Doña Urraca o la de Zambranos o de Olivares, así como a la casa del Cid o la particular forma de sus calles. Monumentos como la Catedral o el Castillo también ayudan a viajar en el tiempo. El acceso a la ciudad es a través del Puente de Piedra sobre el Duero, de estilo románico y levantado entre los siglos XII y XIII.
Originariamente la ciudad tuvo tres recintos amurallados: el primero, construido sobre fortificaciones árabes, se conserva casi íntegramente y da forma al atolón sobre el que se levante la ciudad. Destacan la Puerta de Olivares, que comunicaba la Catedral con el Palacio Episcopal. La Puerta de Doña Urraca era el acceso por la parte norte y el Portillo de la Traición, por el que pasó Bellido tras acabar con el Rey Sancho II, perseguido por el Cid.
En el casco antiguo hay una magnífica exposición de arte románico, la que nos permite observar una veintena de antiguas iglesias, buena parte de ellas con su estructura original. Destacan iglesias como la de San Claudio de Olivares y la Iglesia de San Isidoro, ambas del siglo XII o la Ermita de Santiago el Viejo, donde hicieron caballero al Cid Campeador. El monumento más representativo es su Catedral, en la que hay que admirar la cúpula o cimborrio y la Puerta del Obispo, y en su interior: la Capilla Mayor y el Coro entre otros.
Si nos detenemos en los monumentos más sobresalientes de la arquitectura civil habría que visitar el Palacio de los Condes de Alba, del siglo XV, donde se establece en la actualidad al Parador Nacional de Turismo y frente a éste se halla el Hospital de la Encarnación, del siglo XVII, sede de la Diputación Provincial de Zamora. También hay que nombrar el Palacio de los Mornos, de los siglos XV y XVI, hoy sede de la Audiencia Provincial y el Ayuntamiento Viejo, de la época de los Reyes Católicos.
PARA SABER MÁS
Foto Vía: Jose Manuel Vargas
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