Viaje a Pollença, guía de turismo
La antigua Pollentia que ya citaba el escritor clásico Plinio, (aunque esta última se relacione hoy con Alcúdia) situada al norte de la isla, a unos 55 kilómetros de Palma de Mallorca. Posiblemente sea uno de los rincones más bonitos de las Baleares, gracias a su arquitectura, sus paisajes y su carácter tradicional. Además, su puerto y su bahía han sido desde siempre reflejo de la inspiración de grandes artistas, como Rusiñol o Sorolla.
Junto a sus grandes atractivos turísticos, las playas de Pollença forman parte también de su reclamo turístico. Las podemos encontrar al pie del Cavall Bernat y las cuevas prehistóricas de l’Alzineret. Una de las más hermosas es la Cala de San Vicente, rodeada por una serie de pequeñas calas de enorme interés, y que suelen estar muy concurridas especialmente en verano.
Por aquí pasaron fenicios, cartagineses, romanos y árabes, aprovechando la magnífica ubicación de su puerto frente al Mediterráneo. Pollença ofrece un poco de todo, desde el mar hasta la montaña, pasando por ser un refugio importante para cualquier actividad de ocio. Aquí es imposible aburrirse.
VISITAS EN POLLENÇA
– Convento de Santo Domingo
Construido a comienzos del siglo XVII, destaca especialmente por su iglesia, rodeada por diez capillas laterales, el claustro donde actualmente se celebra el Festival de Música de Pollença, el retablo dedicado a Nuestra Señora del Rosario, que data del siglo XVIII, y la Virgen de Roser Vell, una talla de los siglos XIII y XIV. Hoy en día el convento alberga el Museo Municipal de Pollença, con una notable colección medieval.
– Iglesia de Nuestra Señora dels Angels
Fue construida por los Caballeros Templarios en el siglo XIV, aunque su aspecto actual tiene que ver con las múltiples reformas realizadas posteriormente, especialmente en el siglo XVIII. Es este el edificio alrededor del cual comenzó a crecer la ciudad. En él destacan el altar del siglo XVIII, dedicado a la Virgen María, patrona de Pollença, la torre campanario y algunas tumbas antiguas.
– Jardines de Juan March
Situado en el centro histórico de Pollença, junto al Convento de Santo Domingo, alberga una magnífica colección de botánica mallorquina, autóctona y tradicional. Además de la vegetación exhuberante, en los jardines también podemos ver un antiguo cañón, que pertenecía a la torre defensiva de Cala Vicenç, y una torre medieval que formaba parte de una vieja casa señorial.
– El Calvario
El Oratorio del Calvario, situado en la cima del monte del mismo nombre, fue construido a finales del siglo XVIII. Su camino comienza en la calle Jesús, y cuenta con 365 escalones, uno por cada día del año. A medida que vamos subiendo iremos contemplando una hermosa panorámica de Pollença. Al llegar arriba encontramos el oratorio, con un Cristo crucificado, y una Virgen al Pie de la Cruz, talla que data del siglo XIII.
– El Puig de María
Otra pequeña subida, ya que este santuario se encuentra a unos 330 metros sobre Pollença. Su conjunto de capillas, torre, refectorio y murallas fue construido entre los siglos XIV y XV en estilo gótico, especialmente. También dispone de hospedería y una vista panorámica de la bahía de Pollença inigualable. Incluso en días claros se llega a ver la isla de Menorca. Destaca el refectorio, la iglesia con una Virgen del siglo XIV y un camino de piedras del siglo XVII.
– Castell del Rei
Situado al final del Valle de Ternelles, esta fortaleza se sitúa a unos 500 metros de altura sobre un acantilado, una visita imprescindible para los amantes de la belleza natural. Se puede llegar a pie desde el Puente Romano, aunque se tarda algo más de dos horas hasta subir a él. Allí destacan la torre sur, la puerta secreta y, por supuesto, las impresionantes vistas de Pollença, Alcúdia, la bahía y las calas de los alrededores.
– Puerto de Pollença
Es aquí donde se alojan la mayoría de turistas que llegan a Pollença. Con su paseo marítimo frente a la playa y las vistas de toda la bahía, está lleno de bares, restaurantes y cafeterías, así como otros locales de ocio nocturno para salir de noche. Alberga una gran cantidad de yates y embarcaciones de recreo, y desde aquí se pueden organizar excursiones hasta Formentor. En este puerto se visita la Punta de la Avançada, con la torre del siglo XVII, el faro de principios del XX y el Museo de Anglada Camarasa.
EXCURSIONES DESDE POLLENÇA
Desde Pollença resulta imprescindible ir hasta Formentor, el cabo que comprende algo así como el finisterre mallorquín. Las vistas desde el cabo son realmente impresionantes. Se puede ir en coche (una excursión de 16 kilómetros) o en barco desde el puerto. También son interesantes algunas de las calas de los alrededores, como la Cala de Sant Vicenç, a cinco kilómetros, y la de Bóquer. Otra excursión sería la que nos lleva a Alcúdia, apenas a diez kilómetros de Pollença, con su centro histórico amurallado y sus ruinas romanas.
CLIMA
Clima de tipo mediterráneo, con temperaturas suaves, no demasiado extremas, pero que se acentúan debido a la alta humedad. En verano la media oscila entre los 25 y 30 grados, aunque la sensación térmica es algo mayor. De noche, en verano, refresca un poco, aunque no baja de los 20 grados por lo general. En invierno no hace demasiado frío, con una media de diez grados en cuanto a la temperatura. Suele llover sobre todo en otoño e invierno.
COMPRAS
No olvidaros de las famosas ensaimadas de Pollença, especialmente la de albaricoque, e incluso los huevos de chocolate, ya que los dulces y la repostería de Pollença son muy conocidos, así como los embutidos y las sobrasadas. Muy típico para comprar es también la tela de llengües, un tipo de tejido que casi solo se fabrica aquí. Los bordados de Pollença son también bastante conocidos.
GASTRONOMÍA
En Pollença no puede faltar la caldereta de langosta, las paellas y cualquier tipo de pescado y marisco, como el rodaballo a la parrilla, la cazuela de pescados y mariscos a la balear En cuanto a las carnes destaca el chuletón mallorquín a la parrilla, el conejo con alioli, las paletillas y los lechones. Muchas de las comidas se sazonan con el azafrán a la mallorquina. A esto hay que acompañarlo con los famosos vinos mallorquines.
VIDA NOCTURNA
La vida nocturna de Pollença se concentra especialmente en el puerto, con gran cantidad de bares, restaurantes, cafeterías, pubs y discotecas. En la Plaza Principal del centro también hay algunos bares y terrazas para los que buscam algo más de tranquilidad. Si tenéis coche, y queréis algo más movido, lo más recomendable es ir hasta Alcúdia, que cuenta con una vida nocturna mucho más animada que Pollença. Aunque ya con el puerto de esta ciudad creo que tenéis suficiente.
TRANSPORTES
Para recorrer el centro histórico de Pollença podemos hacerlo perfectamente andando, ya que es muy compacto. Lo más recomendable, sin embargo, es alquilar un coche para así movernos por los alrededores de la ciudad, visitando las calas y algunos rincones pintorescos de la isla. Pollença cuenta también con servicios de autobús urbano para ir al puerto, las calas y algunos puntos de los alrededores. También se pueden usar los taxis, e incluso el alquiler de bicicletas.
CÓMO LLEGAR
Lo mejor es llegar en avión hasta el Aeropuerto de Palma, y desde allí alquilar un coche hasta Pollença, apenas a cuarenta minutos. En el mismo aeropuerto de Palma se pueden alquilar coches para ello. También existe la posibilidad de ir en autobús público desde Palma, e incluso en taxi. Aunque lo más recomendable es alquilar un coche para movernos tranquilamente por la isla.
ALOJAMIENTOS EN POLLENÇA
En Pollença encontraréis hoteles de todo tipo, desde los más exclusivos hasta hostales y pensiones, pasando por los de nivel medio o apartamentos de alquiler. Si tenéis pensado venir por aquí y reservar habitación, podéis hacerlo en el siguiente enlace: Hoteles en Pollença.
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