Vaduz, la capital de Liechtenstein
Hay un pequeño estado alpino de habla alemana que está situado entre Suia y Austria. Es el Principado de Liechtenstein, lo último que queda del Sacro Imperio Romano, un país donde se vive bien en un marco natural de gran belleza. La capital es la ciudad de Vaduz, el corazón de la vida económica y cultural del pequeño estado aunque no la ciudad más grande pues ese titulo se lo lleva Schaan.
Pero aquí en Vaduz se concentran los museos, las tiendas y los principales atractivos turísticos para los visitantes que están de paso. El primer paseo es hacer la visita al Castillo del Príncipe porque desde allí arriba, está sobre una suave colina, se tienen unas vistas estupendas de la ciudad. La caminata es agradable porque penetra en un bosque y si bien la entrada al castillo en sí mismo está prohibida se puede dar vueltas por sus alrededores. La mejor estación es el verano cuando puedes caminar también mas allá del río para contemplar el paisaje montañoso que rodea Vaduz.
Hay un antiguo puente de madera con techo que cruza el río Rhin y te permite ir a Suiza sin pasar por puestos fronterizos. El Museo Nacional de Liechtenstein es la visita cultural obligada, un museo moderno, estatal, dedicado al arte y de arquitecta de vanguardia: es un cubo negro de hormigón pigmentado y basalto pulido a mano con largos ventanales. Lo que tiene de negro por fuera lo tiene de blanco por dentro y hay seis salas de exhibición con la colección permanente y las de exhibiciones temporales. Otro museo interesante es el Museo del Esquí, al norte del centro de la ciudad.
Pero Vaduz es un sitio elegante, sofisticado, ordenado, pulcro y muy limpio. Hay mucha oferta gastronómica y muchas tiendas de souvenires donde puedes comprar de todo. Los souvenires abundan con los colores del principado y de Suiza así que te podrás llevar varias cosas a casa. Si bien hay hoteles una opción mejor es dejar la ciudad y buscar dormir en alguna de las ciudades que están en las montañas donde los paisajes son mucho mas espectaculares. Si tienes más tiempo hay que salir de la capital porque las bellezas del principado son sus paisajes alpinos, sus bosques y sus cielos.
Foto: vía Best Tourism
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