Un paseo por el Canal del Mediodía, en Francia
Hay una lengua de agua que une el río Garona, en Toulouse, con el Mar Mediterráneo y se llama Canal del Mediodía o Canal du Midi, en francés. Es un canal navegable que junto con el canal lateral de la Garona (que une Burdeos y Tolouse) forma el Canal de los dos Mares, la vía que comunica a su vez el Mediterráneo con el océano Atlántico. Por si no lo sabíais es el canal navegable mas antiguo de toda Europa.
Todo comenzó bajo el reinado de Luis XIV y los deseos franceses de unir las dos costas del sur del país, deseos que tenían años sin cumplirse y que ya había sido anhelados por otros gobernantes que conocían lo peligroso que podía ser cruzar el estrecho de Gibraltar. Para eso se puso en marcha la construcción y esta se llevó a cabo entre 1666 y 1681 con dinero aportado por la provincia, el rey y el mismo ingeniero.
No fue fácil construirlo y el ingeniero tuvo que recurrir muchas veces al ingenio pero finalmente y tras el trabajo de 12 mil obreros el canal se abrió a la navegación en 1681. Sin embargo sufrió algunas modificaciones con el correr de los años y finalmente perdió su función ya que el tren asomó su cabeza en el campo del transporte y más tarde lo hicieron los coches y camiones hasta que en la década del ’70 del siglo XX se convirtió en un destino meramente turístico.
Y aquí entramos nosotros, visitantes de Francia. Si antes había barcos de pasajeros y lujo que surcaban sus aguas uniendo ciudades hoy el canal se llena de turistas que pasean y matan el tiempo, aunque hay gente que ha decidido vivir en sus orillas. El tráfico turístico es más alto que el del famoso río Sena y está formado por barcos de alquiler, baros-restaurante, embarcaciones de remo, gente que practica excursionismo en sus orillas o patina o en algunos sitios, hay tiendas, salas de espectáculos y viviendas.
El Canal du Midi recorre 241 kilómetros entre Marseillan y Toulouse, no es profundo ya que apenas mide 2 metros y de ancho mide 20m en la superficie y 11 en el fondo. Tiene 63 esclusas, 6 presas y 126 puentes. Si os interesa recorrerlo os cuento que hay muchas agencias que alquilan barcos, que las esclusas se abren con la fuerza de dos personas adultas (así que si queréis navegar mucho no vayáis solos), y que hay que pagar un impuesto de navegación.
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