Viaje a las paradisíacas Islas Maldivas
Siempre me resultó un tanto curiosa y desconocida la palabra atolón. En cualquier diccionario podemos leer que un atolón es «una isla coralina oceánica, por lo general con forma de anillo más o menos circular, o en su caso un conjunto de pequeñas islas que forman un arrecife de coral, con una laguna interior que comunica con el mar».
Esta definición le viene como anillo al dedo al paraíso turístico de las Maldivas. Sin ir más lejos, este fascinante mundo de corales, peces multicolores y playas de aguas cristalinas está formado por 26 atolones, conformando un enjambre de más de 1.200 islas e islotes (solo unas 200 están habitadas). No nos cansaremos nunca de ver las fotos aéreas de esta maravilla natural, considerada como uno de los paisajes submarinos más espectaculares del mundo.
Ante este paisaje y este mundo de color, desperdigados en 800 kilómetros a la redonda, no puede uno por menos que rendirse a la evidencia de estar frente a un destino turístico de ensueño, una de esas islas paradisíacas del mundo. Especialmente para los amantes del submarinismo, tanto profesional como aficionado.
Los cuatro primeros meses del año son los mejores para la práctica de este deporte en las Maldivas. Los fondos marinos son un auténtico tesoro de coral, en el que viven miles de especies, destacando los peces de arrecife, todos ellos de colores inimaginables, mantas, rayas, barracudas, tiburones martillo, tortugas… Eso sí, está prohibido arrancar el coral y la pesca submarina, y solo están abiertas al submarinismo una decena de atolones, que albergan islas-hoteles.
Pero, para que tengamos mucho más claro todo lo que conforman estas Islas Maldivas, vamos a detallar pormenorizadamente algunos de sus aspectos más esenciales…
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