En el corazón de Filipinas, en la isla de Panay, se encuentra la ciudad de Iloílo, un remanso de tranquilidad cuando se trata de alejarse del mundanal ruido de Manila. Se fundó a mediados del siglo XVI y debido a los continuos ataques de piratas ingleses, holandeses y moros los españoles construyeron un fuerte, el Fuerte de San Pedro. La ciudad, protegida, creció y se convirtió en la capital económica de las Filipinas dedicándose primero al tejido y después a la industria azucarera. Tantos siglos de historia han dejado su huella y si te interesa conocerla el mejor momento para ir es entre diciembre y mayo pues es la temporada seca. El resto del año hace calor y hay mucha humedad y lluvias.
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