Probablemente no haya otro conjunto monumental como la Acrópolis de Atenas que represente mejor a su país, Grecia, ni a la historia de toda una gran civilización. La Acrópolis es parte importante de la Historia del Mundo, de una época que sentó las bases de lo que hoy es la democracia, de un tiempo que ha cautivado a posteriores generaciones. Allí, en la colina que domina Atenas, siglos de eventos históricos desfilaron ante sus majestuosos templos.
Las últimas investigaciones realizadas en el lugar datan su antigüedad en más de 6.000 años. No, no fue la Grecia clásica de Pericles la que vio nacer a este conjunto monumental sino que fue en la época Acaena cuando se construyera el primero de los palacios de la colina, y a su alrededor, una muralla de protección. Sin embargo, hasta muchos siglos después aquel lugar no tuvo demasiada importancia. Ya en el siglo X a.C. el Enneapylon es la mejor muestra de que los micénicos habitaron aquella zona. Desgraciadamente aquel templo y las murallas fueron atacados varias veces hasta que los espartanos las demolieron y algo después, los persas, con Jerjes al frente, lo invadieron.
La grandeza de la Acrópolis de Atenas llegó de la mano de Pericles, en plena Grecia Clásica. Él fue el gran impulsor del conjunto monumental al convencer de la necesidad de reconstruirlo. Con la inestimable ayuda de Fidias, Ictino y Calícrates que ejecutaron su idea, el Partenón, el Erecteión o los Propileos comenzaron a bombear sangre al corazón atenienses. Eran los albores de una de las civilizaciones más apreciadas de la Historia…
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