Recorriendo la Costa Amalfitana
El turismo de sol y playa es uno de los principales atractivos turísticos de Italia. Porque no solo hay que quedarse disfrutando de hermosas e históricas ciudades, visitando sus monumentos y yacimientos arqueológicos. Como país mediterráneo, Italia dispone de una franja de costa lo suficientemente amplia como para disfrutar de una bella escapada.
Tal vez la costa más pintoresca en Italia sea la que delimita la cada vez más turística Costa Amalfitana. Bañada por el Mar Tirreno, y situada en el Golfo de Salerno, a unos kilómetros al sur de Nápoles, se trata de una franja de costa salpicada de hermosos pueblos pintorescos, ciudades históricas y un paraíso de belleza natural difícil de igualar.
Sin ir más lejos, todos los municipios que integran esta Costa Amalfitana fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1997. En total son trece: Amalfi, Atrani, Cetara, Conca dei Marini, Furore, Maiori, Minori, Positano, Praiano, Ravello, Scala, Tramonti y Vietri sul Mare. Algunos más conocidos que otros, merece la pena alquilar un coche y hacer un recorrido por esta costa de la luz y el color. También nos podemos mover de un lugar a otro en tren, autobús o ferry.
Los extremos de la costa son Positano, hacia el oeste, y Vietri sul Mare, al este, ya muy cerca de Salerno. Ambos pueblos apenas están separados por 35 kilómetros de costa, lo que hace que, para una excursión rápida, podamos hacer la ruta en solo un día. Sin embargo, os recomendamos darle algo más de tiempo, disfrutando de los lugares históricos, la belleza natural, las vistas desde la carretera y los amaneceres y atardeceres que se producen.
De estos municipios, posiblemente los más conocidos y turísticos sean Positano y Ravello, aunque también hay que decir que, en las últimas décadas, se han convertido en casi destinos de lujo, por lo que, si estáis interesados en alojaros en la costa amalfitana, os va a salir mucho más barato hacerlo en cualquiera de los otros municipios.
Positano es la capital turística de la costa amalfitana. De un enorme encanto natural y pintoresco, especialmente por la situación de sus casas que parecen caer como una pequeña marea de aguas blancas desde el acantilado, cuenta con hermosas playas (muy concurridas en verano, eso sí), así como un centro histórico de gran interés, un laberinto de callejuelas en el que podemos encontrarnos con las Torres Sarracenas y la Iglesia de Santa María Teresa.
A solo veinte kilómetros de Positano se halla Furore, con su hermoso puente, un pequeño pueblo que parece esconderse en medio de la vegetación y las montañas. Si sois amantes de las vistas y las fotografías, desde Furore conseguiréis tal vez las mejores de toda la costa amalfitana. Los lugareños dicen que el nombre del pueblo viene del rugido impetuoso que hace el mar al penetrar en los recovecos de la montaña.
Desde Furore se puede distinguir el pueblo de Conca dei Marini, ya que apenas están separados por tres kilómetros. Hermosamente derramado sobre el mar, en Conca dei Marini podemos pasear, al igual que por Furore, disfrutando de la belleza de sus callejuelas (en pendiente) y, sobre todo, visitando la Cueva de Esmeralda, una gruta a la que solo se puede acceder en bote. Debe su nombre al color que toma el agua al contacto de la pequeña luz que logra traspasar el umbral de la cueva.
Si seguimos nuestro camino desde Conca dei Marini, apenas a diez kilómetros encontramos Ravello que, junto con Positano, es el más pintoresco de los municipios de la costa amalfitana. Pasear por sus callejuelas es el veradero encanto de esta población, salpicada de pequeñas iglesias, casas nobiliarias, palacios y otros edificios. Irresistible subir hasta la cima y disfrutar de una vista fascinante, sobre todo al atardecer.
Cierto es que, a mitad de camino entre Conca dei Marini y Ravello, nos hemos dejado atrás Amalfi, la que da nombre a este tramo de costa. Viéndola hoy en día parece imposible imaginar que fuera durante muchos siglos una importante potencia marítima y comercial. Hoy es un paraíso de playas y empinadas callejuelas, desde las que se divisa el hermoso colorido de su catedral románica, una auténtica obra de arte.
Ya desde Amalfi, y atravesando los pequeños pueblos de Minori, Maori y Cetara, llegamos a Vietri sul Mare, conocida como la primera perla de la costa. Es un placer pasear por sus callejuelas, llenas de cerámica, actividad que desde siempre se ha desarrollado en la población, visitando también la pintoresca Iglesia de San Juan y disfrutando de unas vistas maravillosas de todo un pueblo cayendo lentamente hacia el mar.
Os daréis cuenta que la arquitectura de todos estos pueblos tiene una clara influencia oriental, debido a que gran parte de los comerciantes de aquellas tierras venían hasta aquí para traer sus mercancías. Con ellos también llegaron artistas y otros bohemios que encontraban inspiración en un marco natural incomparable.
Y es que resulta imposible no quedarse embriagado por el sabor de esta costa amalfitana. Pueblos pintorescos que buscan en cascada el mar, una naturaleza exuberante y un romántico dueto de atardeceres y amaneceres que harán de vuestra estancia un idilio constante con el recuerdo.
Amalfi!!!!