Qué ver en Belfast
Belfast es la capital de Irlanda del Norte. La ciudad más grande del país, situada en la costa este, llena de historia y una atmósfera difícilmente igualable. Un lugar perfecto para una escapada de fin de semana que, aunque muchos la recuerden por los graves conflictos que tuvo que sufrir a lo largo de los años, presenta otros muchos atractivos por los que admirarla.
Hay una serie de visitas imprescindibles que no debéis perderos en la ciudad, amén de disfrutar del ambiente de sus pubs, muchos de ellos con una gran historia detrás. De entre estas visitas empezamos con el Albert Memorial Clock Tower, la torre ligeramente inclinada que es el símbolo de la ciudad. Lleva el nombre del príncipe Alberto, marido consorte de la reina Victoria.
De aquí pasamos a ver el City Hall, el edificio del Ayuntamiento. Se trata de uno de los más impresionantes que podemos ver en Europa. Fue construido a principios del siglo XX y destaca tanto por su grandeza como por su arquitectura, la gran cúpula de 53 metros de altura que lo preside y el parque que se abre a sus pies. Allí podemos sentarnos relajadamente y contemplar las vistas del edificio de estilo eduardiano.
Como ciudad animada y universitaria, en Belfast hay que acercarse hasta la Queens University. Se inauguró a mediados del siglo XIX y es otro de los edificios más espectaculares de la ciudad. Del conjunto hay que destacar el Lanyon Building, un imponente edificio de estilo victoriano que os llamará poderosamente la atención.
Otro de los grandes símbolos de la ciudad es el Castillo de Belfast. Tiene su origen ya en el siglo XII, aunque el aspecto actual del mismo hay que situarlo en el XIX. Lo encontramos en Cave Hill y fue diseñado por Charles Lanyon. Os lo recomiendo no solo por su arquitectura y por lo que representa, sino porque desde la explanada de sus jardines tenemos unas preciosa vista panorámica de Belfast.
Durante décadas Belfast ha estado marcada por el Conflicto de Irlanda del Norte, con las diferencias entre los católicos republicanos y los protestantes unionistas. Tanto es así que hay lugares en la ciudad que se han convertido incluso en iconos del turismo por estos hechos. Entre ellos el Barrio Católico, donde encontraremos los famosos graffitis y murales en las paredes, o el Barrio Protestante. En este último os recomiendo tomar el taxi negro, que os lleva por los principales rincones de esta zona.
Tal vez para conocer un poco más toda esta terrible historia y los sucesos que se han derivado de ella podéis visitar el Museo del Ulster. Es el más grande e importante de Irlanda del Norte y se centra, además, en otros aspectos de la historia de este país, como la arqueología, la pintura y otras artes. Fue inaugurado en 1833, así que también guarda en su interior una gran historia.
Porque historias y curiosidades no faltan en Belfast. ¿Sabéis que fue en sus Astilleros de Harland and Wolff donde se construyó el famoso barco del Titanic? Pues sí, son muchos los turistas que se acercan hasta aquí simplemente por ese hecho. De todas maneras, es un lugar bastante animado y en el que podéis disfrutar tranquilamente.
Por último, y como os decíamos al principio, no dudéis en tomar una buena pinta de Guiness en alguno de los pubs de la ciudad. Tenéis un montón para elegir, desde el célebre Crown Liquor Saloon hasta el Kelly’s Cellar en Bank Street o el White Tavern. Habría que hacer un artículo exclusivo para conocer los mejores pubs de Belfast. Allí se puede comer y beber.
Foto Vía El Semanario
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