Provins, joya medieval cerca de París
Además de muchos franceses, en Francia hay una gran cantidad de pueblos y ciudades medievales. En ellas es como si el tiempo se hubiera detenido, o más bien es como si sus propios habitantes le hubieran invitado a sentarse en alguna de las almenas de sus murallas a contar historias y leyendas que corretean por las plazas y callejuelas. Son lugares con encanto en los que perderse desde un fin de semana hasta una pequeña temporada alejados del bullicio.
Provins es una de estas joyas medievales. Situada en la región de la Isla de Francia, a una hora en coche de París, esta ciudad es famosa por haber sido sede de algunas de las ferias comerciales más importantes de Europa. Pero también Provins ofrece otro tipo de curiosidades, como sus rosas, usadas para hacer mermelada, miel y todo tipo de dulces.
Su aspecto medieval le ha valido para que, en el año 2001, fuera declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Un paseo por su centro histórico nos llevará de vuelta atrás en el tiempo. Casas de piedra con puertas y ventanas de madera, tejados de pizarra y un curioso sistema de sótanos abovedados que datan de los siglos XII al XIV. A estos sótanos se puede acceder desde la calle a través de amplias escalinatas de piedra.
Rodeando a todo el pueblo encontramos una fortificación medieval de 1.200 metros de longitud y 22 torres. Estas murallas fueron erigidas entre los siglos XIII y XIV, aunque en algunos puntos es como si las hubieran levantado ayer mismo. La sensación de haber entrado en una máquina del tiempo solo se nos va cuando miramos el reloj.
¿Cuáles son los monumentos que no debemos perdernos en Provins?. Pues además de sus curiosas casas y las murallas hay que ver la Torre de César o Gran Torre, situada en la colina que domina a la ciudad, con su techo cónico del siglo XVII. Además tenemos la Colegiata de San Quiriace, también del siglo XII y construida en estilo románico-gótico, y las iglesias de la Santa Cruz y Saint Ayoul, ambas del XVI.
Para terminar una pequeña leyenda de Provins y su Torre de César. Cuentan los lugareños que lleva ese nombre porque fue mandada construir por el propio Julio César cuando Provins pertenecía a la Galia romana. Es todo un símbolo para los habitantes de Provins y un ejemplo más del carácter medieval que se ha quedado impregnado en el rostro de este rincón.
Foto Vía Communes
Conéctanos