Morella, escapada al mundo medieval

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Morella es una ciudad de increíble belleza; se encuentra en la provincia de Castellón, en la Comunidad Valenciana, al este de España y con sus costas sobre el Mediterráneo. Sin embargo Morella, el municipio más grande de Castellón, se encuentra en el interior, en un paisaje diferente, rico y lleno de tradiciones. Sus callejuelas empedradas, su casco urbano, sus balcones floridos, las cortinas de hilo y ganchillo que cubren las ventanas, conservan el encanto de la ciudad medieval combinado con la animación de una moderna y vibrante comunidad.

Morella es actualmente uno de los más importantes destinos turísticos de Castellón, con innumerables atractivos como su patrimonio, sus fiestas y tradiciones, museos y espacios históricos entre los que ocupa un lugar principal el castillo y las impresionantes murallas. Para saberlo todo acerca de la ciudad, lo mejor es comenzar por los centro de información turística; encontraremos uno en la Plaza San Miguel s/n, y otro en el Ayuntamiento, c/ Segura Barreda, 28.

Luego podemos recorrer la ciudad, declarada Conjunto Histórico Artístico, con el castillo de origen romano, la Iglesia Arciprestal, el barrio judío, el Ayuntamiento con sus salas góticas y el Museo Tiempo de Dinosaurios, que narra la vida prehistórica de la región, cuando el paisaje era muy diferente al actual. Los alrededores también tienen mucho para ofrecer, como la cueva de arte prehistórico, la Ermita de Nuestra Señora de Vallivana con sus fiestas cada seis años, Todolella, a 17 Km., con su castillo gótico, y Zorita, a 30 Km., donde se encuentra el Santuario de La Balma.

Dediquemos un párrafo a la agreste naturaleza de la región. Se han diseñado varias rutas senderistas, como las que conectan Morella con Forcall, Cinctorres o Herbeset, Morella con Xiva y desde allí a Hortells y Forcall, o las que van de Pereroles a diferentes destinos como Xiva, Herbes, Herbeset o La Pobleta, cada una con sus propios encantos y diferentes grados de dificultad.  Un punto de partida interesante para las excursiones es el bosque de Pereroles donde se encuentra uno de los bosques de pinos más hermosos de Morella.

Queda mucho en el tintero, como la Cueva del Llepús con sus pinturas rupestres, el acueducto del siglo XIV, la Casa Ciurana de estilo gótico donde se alojó el Papa Luna, el Castillo de Morella, por supuesto, levantado por los íberos sobre una roca; fue muy importante durante la época musulmana y en la Edad Media se convirtió en una prisión, y las Murallas de Morella, construidas en el siglo XIV sobre otras más antiguas, del siglo XI; se conserva la monumental puerta de Sant Miquel, actual acceso a la ciudad, custodiada por dos torres en forma de prisma y decorada con los escudos de Aragón y de Morella.

Si la idea es quedarse, encontraremos una amplia oferta de alojamiento para todos los gustos y presupuestos. Comer no será problema; abundan los restaurantes y bares, pero sin importar dónde te sientes a comer, debes saborear las comidas típicas de la región: patatas a la morellana, albóndigas de Morella, olla morellana, cordero “al tombet”, conejo al “Maestrat” o buñuelos de San José. Para llevar algo de recuerdo a casa, lo mejor será alguna representación de la tradicional artesanía textil, con sus mantas, fajas y alforjas, la manta morellana y las telas y cortinas de vivos colores.

Es muy fácil llegar a Morella por carretera; si llegas en tu propio automóvil debes tomar la carretera N-232 que comunica Morella con Zaragoza y Logroño. Desde Castellón por la C-238. Si prefieres volar, los aeropuertos más cercanos son los de Valencia, Zaragoza y Reus a 175 ó 80 Km. de Morella. Los autobuses la conectan con Castellón y varias localidades turísticas de la costa.

Si estás aquí en agosto podrás disfrutar de varias celebraciones: la semana de la Música Barroca o las Fiestas Sexenales de la Virgen de Valliviana, declaradas de Interés Turístico.

Foto: vía Wikicommons

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