Mercado persa, la feria más grande de Santiago

Mercado Persa

Cada sábado a la mañana, la habitual apariencia de la zona de Franklin, en Santiago de Chile, se modifica y se convierte en un verdadero caos: el Mercado Persa, la feria de productos usados y económicos abre sus puertas y los dueños de cada stand se preparan para recibir a cientos de miles de potenciales clientes.

Abierto también los domingos, este Mercado persa -como lo han denominado- le hace burla a la modernidad de los shoppings y se convierte en un centro comercial populoso.

Esta feria se encuentra en el sector de la calle Bio-Bio y se extiende por unas varias cuadras: una parte está bajo techo, en inmensos galpones, mientras que otra está al aire libre, en plena calle. Para llegar hasta allí se puede tomar la línea dos del metro Franklin, para desembocar en un centro comercial atiborrado de mercadería usada, económica y múltiples antigüedades.

Como decíamos, hay aquí de todo. Desde libros y revistas, hasta antigüedades, música, ropa, artículos de computadora, juguetes, bicicletas, muebles, elementos deportivos, también para el auto o para el aseo personal. Sin embargo, la imaginación no alcanza para contener la gran variedad de productos que se ponen a la venta en este lugar. Después de todo, será imposible no encontrar lo que realmente se necesita.

Desarrollados a lo largo de las calles Bio-Bio, Placer y Víctor Manuel, estos mercados se han extendido desde sus orígenes allá por la década de 1930, cuando surgieron debido a la crisis económica que hizo estragos también en Chile. El primer mercadito persa, improvisado, se instaló en Balmaceda, también hubo otro en Mapocho. Por entonces, algunos productos artesanales como los zapatos aprovechaban este tipo de comercio.

Posterior a su nacimiento, se fueron sumando más vendedores ambulantes que instalaban allí sus comercios al aire libre. Durante toda su historia, el Mercado persa conoció diversas crisis como la ocurrida en 1982 que fue lo que originó el predio de Bio-Bio tal cual lo conocemos en el presente. Ya para los años 90’s, se techaron los predios y la feria se convirtió en un referente cultural junto a otros tipos de comercios similares de Santiago de Chile.

Pero además de aquellos que van a comprar cosas baratas, también la feria es visitada por cientos de coleccionistas que buscan aquellos elementos que resulten verdaderas joyas de colección entre la montaña de productos. La fama del Mercado persa es tal, que incluso los turistas se aventuran entre sus laberínticos pasillos: los comercios están ordenados por rubros y eso facilita mucho más su recorrido, ya que el lugar es inmenso.

Otro detalle son los locales gastronómicos, con productos locales como anticuchos, empanadas o mote con huesillo, entre otros platos. Estos locales se suman a la oferta de comercios y también a la de aquellos que intentan ganarse la diaria, como los que se disfrazan de personajes célebres de la tele para sacarse fotos con los más chicos. El Mercado persa es un verdadero mundo aparte.

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