Mar Menor, escapada a dos mares

En la provincia de Murcia, que se encuentra al este de España, sobre el Mar Mediterráneo, rodeada por Andalucía, Castilla-La Mancha y la Comunidad Valenciana, se encuentra la albufera más extensa de Europa: el Mar Menor, declarada Humedal de Importancia Internacional, que abarca una superficie de 15000 ha. e impactantes valores naturales.  Verdadero mar interior, sus aguas serenas, limpias y transparentes invitan a disfrutar a pleno unas vacaciones inolvidables.

Hay muchísimo para ver y hacer en Mar Menor, con opciones turismo natural, talasoterapia, eco-turismo por increíbles rutas que se pueden recorrer a pie, a caballo, en bicicleta; deportes náuticos, vida de playa y una impresionante oferta de fiestas y festivales organizados por todos los municipios que conforman esta región turística; de hecho, en el año 2009 los municipios unieron sus esfuerzos en una Mancomunidad Turística del Mar Menor que hoy vamos a conocer.

Lo mejor es comenzar por las oficinas de turismo o puntos de información turística en los ayuntamientos que forman la Comunidad, como San Pedro del Pinatar, Lo Pagán, San Javier que además posee un Aeropuerto, Los Alcázares, Los Narejos, la Manga y las distintas playas; también, en la oficina de turismo del Ayuntamiento de Cartagena. En estos lugares te proveerán de información acerca de los lugares para visitar y cosas para hacer, alojamientos, restaurantes, y todo lo que necesites saber.

Cada uno de los municipios alberga un interminable abanico de ofertas, pero el lugar más desarrollado turísticamente hablando es La Manga, que concentra la mitad del turismo de la región. La Manga del Mar Menor es una estrecha franja de tierra entre los dos mares, Mediterráneo y Menor, de 300 metros de ancho y 21 Km. de largo; alberga residencias, villas lujosas, hoteles, restaurantes, puerto deportivo y Casino, y solamente los últimos kilómetros conservan el estado natural. En total son más de 40 Km de playas con el atractivo adicional de que puedes elegir sobre qué mar deseas descansar, a cada lado con su propia personalidad, temperatura, salinidad y oleaje.

Los que buscan el turismo activo en contacto con la Naturaleza, pueden elegir entre el Coto de Las Salinas, el Parque Natural Calblanque, la Reserva Marina de las Islas Hormigas, de menos de 20 Km2 de superficie abarcando varias islas e islotes con fondos marinos tapizados de posidonia oceánica y corales de impactantes colores, ideal para buceo, o la Playa La Hita, entre Santiago de la Ribera y Los Alcázares, con sus salinas abandonadas, un paraíso para los observadores de aves.

Una forma especial de descubrir la albufera es a caballo; la excursión nos lleva en ascenso hasta el Monte de las Cenizas desde donde se puede ver un viejo cuartel de la guardia civil y antiguas fortificaciones y luego seguir a pie hasta las calas de Cabo Negrete. Una ruta corta, para hacer en bicicleta, de 22 Km. de extensión, nos permite recorrer las llanuras interiores a través de cultivos de hortalizas y frutales y los inmensos invernaderos que permiten producir de todo todo el año; a lo largo de este recorrido veremos también la Torre del Rame, una construcción defensiva del siglo XVI.

Es muy fácil llegar a Mar Menor, que se encuentra a 445 Km. de Madrid; está muy bien comunicada por carreteras y modernas autopistas con cualquier punto de España. Por ejemplo si vienen de Madrid pueden tomar la autovía Madrid-Valencia A-3; la autovía que lleva a Mar Menor es la C-3319. Si la idea es quedarse, encontrarán una amplísima oferta de alojamientos para todos los gustos y presupuestos.

Comer no será problema: desde restaurantes de cocina internacional hasta locales de comidas rápidas y también tiendas de comestibles donde podrán adquirir todo lo necesario para un picnic inolvidable. No importan dónde, la estrella de la comida es el pescado, de asombrosa variedad y calidad; el langostino del Mar Menor, que se captura allí mismo, se lleva las palmas, todo acompañado con las verduras y hortalizas de la región. Para el postre, bien frutas frescas como melones, los melocotones o sandías, o el original “pastel cierva”, un poco dulce y un poco salado.

Foto: Reni & Krisz