Los clavadistas de La Quebrada, audacia en México
Antes de la Riviera Maya como destino del turismo internacional en México ya brillaba Acapulco, una ciudad construida sobre la orilla del océano Pacífico realmente hermosa. Siempre me ha gustado y seguro en alguna revista Hola has visto alguna de las mansiones que mas de un artista tiene aquí. Las vistas son espectaculares y aunque no tiene el clima y los colores del Mar Caribe, Acapulco es hermosa.
El nombre completo de esta ciudad mexicana es Acapulco de Juárez y su postal más famosa es su bahía semicircular, Santa Lucía. Hoy la ciudad se divide en tres zonas turísticas, Acapulco Tradicional, Acapulco Diamante y Acapulco Dorado. La costa de la bahía está bordeada de edificios, algunos antiguos y otros bien modernos, y los más altos llegan a medir entre 10 y 123 metros de altura así que imaginaos la vista estupenda que se tiene desde los pisos superiores.
Para el turismo la verdad es que Acapulco tiene de todo, desde fuertes, fortines, museos y parques, hasta iglesias capillas, lagunas y murales de Diego Rivera. Pero si la bahía barrigona de Santa Lucía es su postal más famosa… ¿quién no ha visto los famosos clavadistas de La Quebrada? Seguro que les haz visto aunque tal vez no sabes que esos saltos peligrosos ocurren aquí, en Acapulco.
La Quebrada está en la zona tradicional de Acapulco, a unos pocos pasos del centro de la ciudad. Es un escenario natural que mira al mar, una serie de agudos acantilados desde cuya cima algunos intrépidos nativos se arrojan a las aguas desde hace generaciones. Ellos son los clavadistas de La Quebrada y la práctica la siguen desde hace ya cuatro generaciones. Los turistas se plantan allí con sus cámaras de fotos dispuestos a disfrutar del espectáculo y los clavadistas se lanzan al peligro dispuestos a brindárselo.
El show comienza desde el mismo instante en que el nadador comienza a trepar la piedra por entre los huecos naturales del acantilado. Llega al punto más alto donde lo espera un pequeño santuario, hace el ritual y después sí se coloca de pie en una pequeña plataforma que está situada a nada mas y nada menos que 35 metros de altura. Desde ella debe calcular todo: el viento, las olas, el muro de piedra. Así, aguarda hasta que se decide a saltar en el momento que considera preciso: 3 segundos después se hunde en el océano.
Es emocionante y aunque ningún turista se anima a repetirlo no dejan de aplaudir la audacia y valentía ajenas. Los clavadistas también son showmen así que saltan durante la tarde y caída del sol con una iluminación especial. Alguna vez, incluso, saltan en parejas con antorchas en la mano. ¡Estupendo! Y con suerte, tal vez puedes ir cuando tiene lugar el campeonato internacional de clavadistas.
Información práctica sobre los clavadistas de La Quebrada:
. Horarios: los saltos ocurren a la 1, /,30, 8:30, 9:30 y 10:20 pm.
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