La Península de Neringa, el Sáhara lituano

Neringa

Aquí en el Báltico lo conocen como el Sáhara lituano. No es un lugar muy conocido que digamos, pero posiblemente estamos ante una de las manifestaciones naturales más curiosas y hermosas de la Europa del Norte. La Península de Neringa es una enorme franja de arena con grandes dunas. Cualquiera que viera una fotografía sin saber de qué lugar se trata seguro que la situaba en el continente africano. Pero nada más lejos de la realidad…

Cuenta una leyenda en Lituania que una niña gigante llamada Neringa fue llevando montones de arena en su delantal para depositarla frente al Báltico, con el fin de proteger a los pescadores y a los pueblos que se hallaban en la orilla. Así cuentan los lugareños que se formó esta llamativa franja. Aunque claro, la culpa hay que echársela más bien al viento y las mareas.

Esta península de arena separa la Laguna de los Curios del Mar Báltico. Más de cien kilómetros entre Kaliningrado, en Rusia, y Klaipeda, en Lituania. Uno de esos brazos de arena que parecen moverse al compás que marca el viento y que, de unos años a esta parte, se ha convertido en un destino turístico natural de gran interés.

Porque en el Parque Natural de Neringa encontramos playas, de aguas frías, eso sí (estamos en el Báltico), hay desierto, pequeños pueblos de pescadores y hoteles, balnearios y centros de spa. La franja de arena puede verse perfectamente en un mapa. En su interior se halla la ciudad de Nida, en pleno corazón de este Sáhara lituano. Situada 50 kilómetros al sur de Klaipeda, para llegar hasta aquí hay que tomar un ferry.

Nida es toda una ciudad balneario. Para los lituanos es el mejor lugar de vacaciones. Muy tranquila el resto del año, en verano su población de menos de dos mil habitantes se multiplica por cien. Ya fue descubierta por Jean Paul Sartre y Simone de Beauvoir en 1965. Ambos pasaron buena parte de su viaje por Lituania en esta ciudad. Sus playas se abarrotan de gente durante la época estival, y para la noche cuenta con una gran cantidad de locales de ocio.

Desde Nida se pueden organizar rutas tanto a pie como en bicicleta por toda la Península de Neringa, sobre todo para visitar lugares tan increíbles como la Duna de Parnadis o Juodkrante, además de la Reserva Natural de Nagliu. La belleza natural del mar, puro y cristalino, con los paisajes que nos rodean es sencillamente evocador.

Foto Vía Smart Travel Info

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