La Iglesia de Santa Felicitas, amor y tragedia en Buenos Aires
Argentina está por cumplir sus 200 años de independencia y es un país muy joven cuando lo comparamos con la Vieja Europa. Formado por inmigrantes provenientes de todos los rincones del globo lo cierto es que las familias de su alta burguesía son descendientes de los primeros inmigrantes, los primeros colonos que se instalaron en la pequeña y provinciana ciudad que era Santa María de los Buenos Ayres allá por el siglo XVIII y XIX.
Con la fortuna que amasaron en los campos dedicándose al ganado y a los cereales estas familias, aprovechando también que sustentaban el poder político, se construyeron palacios, al estilo jeques árabes de ahora, y repartieron sus vidas entre el glamour de Europa y una ciudad que comenzaba a cambiar su fisonomía. Miembro de una de estas familias de alcurnia era la joven Felicitas Guerrero.
Felicitas tenía 16 años cuando contrae matrimonio con Martín de Alzaga, tres décadas y medio mayor, pero queda viuda muy joven, a los 24 años, con una gran fortuna. Después del duelo correspondiente la joven comienza a tener una relación sentimental con Enrique Ocampo, otro joven de la alta burguesía que se enamoró completamente de ella aunque al parecer estaba un poco trastornado. Pero la relación no prospera y entonces Felicitas comienza otra con Manuel Sáenz Valiente, siempre en el mismo círculo social, y Enrique se vuelve loco de celos.
Y ya sabemos, los celos no son el mejor consejero así que las cosas terminan en tragedia. Enrique cita a felicitas y la mata de dos disparos para suicidarse después. Es entonces que en la memoria de la joven los padres construyen la capilla que hoy lleva su nombre: Iglesia Santa Felicitas. Se trata de un bonita iglesia que está situada en el barrio de Barracas, frente a la Plaza Colombia.
Se inauguró en 1898 y aunque no tiene un estilo arquitectónico definido tiene ciertos toques neorrománicos y neogóticos. Dentro es preciosa y hay mármoles, mosaicos españoles, vitrales franceses, estucos y estatuas de mármol de Carrara. La capilla tiene tres altares y las lamparas son de caireles de cristal y conservan aún los tubos de gas de carburo originales.
Desde 1993 la capilla es administrada por el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y las visitas turísticas solo se permiten los días domingos a las 11am. También hay eventos culturales o conciertos, pero en días y horarios específicos: sábados a las 6pm y domingos a las 10am y 7pm. En cualquier otro día y momento las puertas están cerradas.
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