La Catedral de Tournai, Patrimonio belga

Vista de la catedral de Tournai

A medida que nos acercamos a la ciudad belga de Tournai (situada a 85 kilómetros al suroeste de Bruselas, junto a la frontera con Francia) aparece en el horizonte la silueta de las altas torres de su catedral. Es este uno de los edificios más impactantes que pueden verse en Bélgica, de ahí que la visita hoy nos resulte más que imprescindible. Por algo está declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde el año 2000.

La Catedral de Tournai fue construida en el siglo XII y está situada en pleno corazón del centro histórico de la ciudad, muy cerca del río Escalda. Según los expertos conforma el mejor ejemplo de arquitectura religiosa en Bélgica, algo que se aprecia fácilmente apenas nos situamos frente a su fachada principal en la Place de l’Eveche. Fijaros en el magnífico pórtico gótico del siglo XIV, con la imagen de Nuestra Señora de los Enfermos.

Llaman poderosamente la atención sus cinco torres, aunque el lugar más destacado del templo sea el transepto, que con sus 66 metros de altura fue construido en un estilo transitorio entre el románico y el gótico. Precisamente es sobre el transepto donde se encuentran las torres, construidas entre los siglos XII y XIII y que son visibles desde cualquier punto de la ciudad.

Accedemos al interior del templo para disfrutar de una serie de elementos de notable factura. Ya de por sí impresiona situarnos en la puerta de entrada y contemplar la escena. La nave central tiene más de 130 metros de longitud, y se abre en sucesivas capillas laterales. En una de estas capillas se encuentra la imagen de la Virgen Negra, talla de mediados del siglo XVI.

Imprescindible resulta el coro gótico, considerado de los mejores de Europa, y que aparece moteado brillantemente por la luz que le llega de las vidrieras, que datan de finales del siglo XV. Continuamos la visita por la tribuna, la sillería del coro del XVIII y el altar mayor de la misma época. En nuestro recorrido veremos muchas esculturas funerarias, lápidas, tumbas, lienzos, trípticos y una gran cantidad de obras de arte.

La visita al interior del templo se puede completar visitando el tesoro, un museo de arte medieval que se encuentra instalado en la antigua sacristía. En él veremos el Cofre de Notre Dame, una de las siete maravillas de Bélgica y que fue elaborado a principios del siglo XIII. El tesoro ofrece además trípticos, esculturas, relicarios, cruces, manuscritos, documentos y vestiduras litúrgicas.

Ya de por sí la visita a la Catedral de Tournai es motivo más que suficiente para visitar esta ciudad de la Valonia. No todos los días tenemos la oportunidad de asistir a un espectáculo arquitectónico tan espectacular como este.

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