Escapada saludable a Lanjarón, en Granada
Lanjarón es una ciudad con mucha historia. Se encuentra en la provincia de Granada, a 50 Km. de la capital, y tiene un carácter decididamente morisco. Tuvo un gran poder económico, aunque debe su fama a sus saludables aguas minerales y un castillo del siglo XVI que regala fantásticas vistas del Valle del Guadalfeo. Las aguas minerales comenzaron a popularizarse a fines del siglo XVIII; a mediados del siglo XIX configuraron el perfil turístico de la ciudad y a comienzos del siglo XX ya se habían descubierto 32 fuentes, la mayoría de ellas solamente de agua potable.
Las aguas de Lanjarón se comercializaban bajo diversos nombres y según sus propiedades; por ejemplo el Agua Capuchina, rica en cloro, sodio y bicabornato, era recomendada para problemas digestivos, y el Agua Capilla, con alto contenido de hierro, era la preferida por las personas con problemas hepáticos y alto colesterol. Otras marcas eran San Vicente y Salud. Las más populares para baños son las de El Salado, surgentes a una temperatura de 27° y ricas en sodio, calcio, hierro y magnesio, que se pueden disfrutar en un suntuoso y elegante construido en los años 20 del siglo pasado.
Actualmente, Lanjarón espera a sus visitantes con una impactante oferta turística ideal para una escapada super saludable: balnearios, aguas minerales, cultura y senderismo para todos los gustos. Nuestra visita a la ciudad de Lanjarón debe comenzar por la Oficina de Turismo; se encuentra en Avenida de Madrid, s/n, y está abierta de 10 a 14h. y de 16.30 a 20h (hasta las 20.30 en verano). Aquí nos informaremos acerca de la oferta turística de la ciudad, que incluye recorridos culturales, opciones de salud y belleza y actividades en contacto con la naturaleza, además de datos sobre la hotelería y restaurantes de la ciudad y alrededores.
Para saberlo todo acerca del agua de Lanjarón, lo mejor es visitar el Museo del Agua. Se encuentra en un edificio comprometido con el patrimonio arquitectónico y el paisaje locales, de hecho convertido en el acceso al Parque Natural Sierra Nevada y el comienzo de un recorrido por el río Lanjarón. En Lanjarón el agua puede verse en todas sus manifestaciones, como modeladora del relieve, subterránea, mineral, surgente entre las grietas de la piedra o formando sorprendentes espejos de agua, nieve o rocío. El Museo está organizado en cuatro salas temáticas, tres interiores sobre el recorrido del agua, el agua como recurso y los recuerdos del agua y una exterior, toda de madera, que prepara a los visitantes para un viaje inédito por el agua de Lanjarón.
Los entusiastas del senderismo se sentirán a gusto: hay senderos de dificultad baja, media y alta, rutas cortas como la que nos lleva hasta el castillo árabe o el barranco del Salado, rutas largas como la del río Lanjarón, de 1.5 Km. o la del Cerro del Caballo de 3 Km. de largo; también es interesante saber que por aquí pasa el gran recorrido europeo GR7.
Si la idea es quedarse, encontraremos buenos alojamientos turísticos relacionados con la salud y la belleza. No tenéis más que buscar, entre otros, el conocido Balneario de Lanjarón. Comer no será problema: abundan los restaurantes, bares, ventas, bodegas y creperías. Más allá de donde se sienten a comer, lo importante será disfrutar la gastronomía local, de raíces moriscas, basada en los productos de la tierra, como las sopas alpujarreñas, puchero o gachas alpujarreñas y de postre borrachuelos o pestiños o leche frita. Los productos típicos de la región son los jamones curados al natural, los quesos de cabra y oveja y la miel. Todo esto, acompañado con un vaso de vino “del terreno” y por supuesto, uno de agua de Lanjarón, que se puede obtener en los pilares de cualquier esquina o barrio de la ciudad.
Es muy fácil llegar a Lanjarón por la Costa del Sol, hasta el Km. 6 de la carretera A-348, o desde el interior de la Alpujarra Granadina por esta misma carretera.
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