Escapada a Madeira, la isla inesperada

funchal

Emergiendo del océano a alrededor de mil kilómetros de Lisboa, la Isla de Madeira, llamada la «Perla del Atlántico» es una sorprendente masa volcánica cubierta de vegetación; causó el asombro de Enrique el Navegante, quien hizo allí escala en el año 1419. Con su vegetación tropical y sus palacios como los de Funchal, es un verdadero paraíso.

Ubicada más cerca de las costas africanas que de las europeas, este  privilegio le otorga un clima suave y moderado, con temperaturas medias entre 17 y 23° todo el año.

Conozcamos el Archipiélago de Madeira, compuesto por las islas de Madeira y Porto Santo, a 40 Km. de distancia una de la otra, elegidas en su época como lugar de descanso por la nobleza europea, con impactantes mansiones y palacios que esperan a los viajeros para contarles su historia, mientras pasean tranquilamente por sus jardines, mudos testigos de otro tiempo.

Es muy fácil llegar al Archipiélago de Madeira, en avión ya que posee dos aeropuertos, el Aeroporto Internacional da Madeira y el Aeroporto do Porto Santo, que unen diariamente Lisboa y Funchal; además, hay comunicación entre ambas islas con alta frecuencia diaria. Muchos cruceros llegan a los puertos de Funchal y Porto Santo desde otros destinos, y son también punto de partida para conocer otros lugares.  Hay un servicio de ferry entre Funchal y los puertos de Tenerife y Las Palmas. También pueden llegar en su propio barco, ya que el Archipiélago de Madeira posee varias marinas equipadas con agua, electricidad, combustible e instalaciones sanitarias.

Hay muchísimo para ver y hacer en las Islas de Madeira y Porto Santo. Recomendamos comenzar la visita por las Oficinas de Turismo del gobierno Regional, donde les facilitarán mapas y datos imprescindibles para aprovechar bien el tiempo de su privilegiada estadía.

Los entusiastas de la Naturaleza podrán descubrir paisajes encantados en este verdadero jardín flotante. Para su orientación, les informamos que la isla está compuesta por las localidades de Funchal, que es su capital; la costa oriental donde su encuentran Santa Cruz ,y Machico; la costa oeste, con la Sala de Los lobos, Ribeira Brava, Ponta do Sol y Calheta; la Costa Norte, en la que se encuentran Porto Moniz, San Vicente y Santana, y Porto Santo.

Partiendo de Funchal hacia el oeste, se podrá visitar Câmara de Lobos, un típico pueblo de pescadores, y Cabo Girão, el promontorio más alto de Europa y el segundo más alto del mundo, con sus 580 metros de altitud. Otro pueblo singular es el Valle de las Monjas, donde podrán disfrutar de uno de los paisajes más impresionantes de la isla.

Ponta do Sol y Calheta invitan a disfrutar de sus playas, no sólo para tomar sol y descansar pues éste es uno de los mejores lugares para surfear en Europa. También se pueden tomar buenos baños en Porto Moniz y sus piscinas naturales de lava.

Los entusiastas de las caminatas recibirán un inesperado regalo proviniendo de una isla tan pequeña:  1400 Km. de senderos por un paisaje virgen y desconocido, a través de las «levadas». La levada fue un ingenioso e impresionante sistema de riego ideado para aprovechar las aguas surgentes de las montañas.

Queda muchísimo en el tintero, como el turismo de salud, el turismo de golf, el patrimonio monumental y las actividades culturales.  Si la idea es quedarse, encontrarán desde un lujosísimo «seis estrellas» hasta otros establecimientos más modestos y también apartamentos.

Comer no será problema; hay más de treinta establecimientos para todos los gustos y presupuestos.  De todas formas,l no dejemos esta sorprendente y encantadora isla sin disfrutar de la gastronomía regional, en base a productos de mar, con claras influencias orientales como kebab y cuscús; para el postre, las tradicionales tortas de miel elaboradas con especias y miel de caña, todo esto acompañado por el famoso vino de Madeira.

Para llevar algo de recuerdo a casa, una muestra del antiguo arte del bordado de Madeira, que ya era famoso en 1850 y se expresa en pequeños objetos pero también en admirables piezas inspiradas en cuadros famosos. Si se animan, podrán adquirir una bella e inquietante orquídea en el Mercado dos Lavradores de Funchal.

Foto: Vía Panoramio – Rumpelstiltskin

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