El Viejo Hotel Ostende, en Buenos Aires
Si seguimos la hoja de vuelo del piloto y escritor Antoine de Saint-Exupéry, nos llevará desde Toulouse, a través del Atlántico, hacia unas lejanas –y en aquéllos tiempos casi desoladas- playas de la provincia de Buenos Aires, Argentina.
A principios del siglo XX se inauguraba, a 342 Km. del puerto de Buenos Aires, una lujosa villa que continúa siendo la favorita para locales y visitantes: Ostende, proyectada por los belgas Fernando Robette y Agustín Poli, gemela de una del mismo nombre en su país natal.
Pocos años antes habían llegado el ferrocarril e inmigrantes del mundo entero, ya que el país vivía una prometedora época de prosperidad que llevó a muchos emprendedores a crear lujosas villas de veraneo en la costa atlántica.
Sin embargo el proyecto de estos verdaderos pioneros que tuvieron la audacia de instalarse en medio de las dunas, no se pudo concretar. Aún sobresalen las columnas de las construcciones inconclusas, pues justamente los indómitos médanos sepultaron esos sueños bajo la arena: el elegantísimo hotel de ochenta habitaciones que se pensaba construir, es hoy el Viejo Hotel Ostende, sobrio y señorial, inaugurado en 1913.
Hotel con magia e historia, poblado de fantasmas y frecuentado por escritores como Antoine de Saint-Exupéry, quien escribió los borradores de “El Principito” en la habitación 51, en unas hojas de papel con membrete del hotel cuyas copias se exhiben hoy en las paredes del bar. Por otra parte la habitación 51 en lo alto de la torre, está tal como él la dejó.
El Viejo Hotel conserva mobiliario de principios del siglo XX, con el espíritu de época y trato personalizado que caracterizaba a los hoteles europeos, ideal para el descanso y la vida de playa que combina con una importante actividad cultural.
Posee restaurante y ofrece comida casera, sencilla y refinada al mismo tiempo; cuenta con apartamentos, habitaciones antiguas remodeladas y balneario exclusivo a 150 metros del hotel, cuyos gazebos se hallan en lo alto de un médano. Mediante vegetación defensiva ha logrado crear un hermoso jardín en medio de la arena, donde cultivan las hierbas con que aromatizan los deliciosos platos del Balneario, entre los que se cuentan los típicos, otros que llevan el sello de la inmigración europea y los que se preparan con pescados y frutos de mar.
El hotel está en Avenida Biarritz esquina Cairo, Ostende, Pinamar, provincia de Buenos Aires, y tienen oficinas en la Capital; sugerimos informarse acerca de tarifas y temporadas.
Foto: Viejo Hotel Ostende
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