El simple y hermoso Palacio Sanssouci, en Berlin

Seguramente relacionas mas la ciudad de Berlin con los museos, el Muro y la puerta de Brandeburgo pero lo cierto es que esta ciudad también tiene palacios y uno de los mejores es el Palacio Sanssouci, la residencia de verano del rey de Prusia, Federico el Grande. En realidad está cerca de Berlin y muchas veces ha sido catalogado como el Versalles alemán aunque, creo yo, no le llega a los talones.

El Palacio Sanssouci se construyó más arriba de un viñedo para crear una postal de lo mas romántica. La mansión, pequeña pero hermosa, coronaba esta zona vitivinicultora y permitía unas vistas muy hermosas. Para el soberano, la idea de una casa así era la de vivir relajado, de recibir las visitas privadas y disfrutar, dentro de su título, de una vida sencilla, por lo menos durante los meses de verano. El palacio es pequeño y estrecho, con diez habitaciones solamente, un pasillo de servicio y almacenes.

Su diseño, rococó, no fue tan bueno y desde siempre ha sido un sitio muy húmedo pero al parecer el rey no quiso aceptar las sugerencias del arquitecto. Federico quería algo simple, una casa, no un palacio de grandes escalinatas, un palacio que se abriera a la naturaleza circundante, no que la mirara desde arriba. Eso sí, veinte años mas tarde construyó un palacio mas grande, al oeste del parque, imponente y en estilo barroco, bien fanfarrón si se quiere. Pero el Sanssouci siguió siendo su favorito.

Pero apenas murió comenzaron los cambios. El nuevo rey, Federico Guillermo II, se construyó un palacio mas a la moda y dejó de lado el bello Sanssouci, aunque lo remodeló y amuebló de nuevo siguiendo un estilo neoclásico que es el que estaba en boga en todo Europa. Si bien fue un poco abandonado en el siglo XIX volvió a ser objeto de atención a mediados de siglo y se lo reparó todo lo posible a su estilo original. Hoy puedes visitar el estudio, la biblioteca circular, la galería, las habitaciones de huéspedes, distintos salones, entre ellos el ocupado por Voltaire a mediados del siglo XVIII y los bellos jardines con gazebos, pabellones y fuentes.

Foto: vía Fotopedia