El Parque de Volcanes de Auvernia

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El Valle de Chaudefour, en Auvernia, el corazón de Francia, es una invitación a la aventura y la contemplación, con un patrimonio natural de increíble variedad; nos recuerda “El mundo perdido”, la novela de Sir Arthur Conan Doyle que sirvió de inspiración para la película Jurassic Park, de Michael Crichton. Y aunque aquí no encontraremos dinosaurios, sí hallaremos  preciosas y raras especies animales y una impresionante variedad de flores, junto con el placer de dejarnos impactar por el  espectáculo natural del valle y sus alrededores.

La formación geológica en forma de U que es el valle de Chaudefour muestra antiguas laderas, volcanes extinguidos que dejaron su huella vital en pirámides de lava e impresionantes farallones a través de los cuales corren arroyos y caen bellísimas cascadas. El Valle de Chaudefour posee un dique natural: una chimenea volcánica de 90 metros de altura conocida como el Diente de la Rancune, paraíso de los entusiastas de la escalada.

Los habitantes del valle se dedican a las actividades agrícolas, y aunque alguna vez se pensó en convertir este lugar en un centro vacacional, solamente se dio ese destino a la fuente termal de Sainte-Anne, con sus aguas gaseosas, ricas en hierro, sodio y carbonatos.

Para descubrir el Parque de Volcanes de Auvernia lo mejor es comenzar por el Centro de Visitantes de la reserva, donde se recibirá información acerca de los recorridos del Parque, como la ruta de las Crestas, de mediana dificultad y siete horas de duración; si somos capaces de realizarla, desde la cima disfrutaremos de magníficas vistas de los montes de la Margeride, la meseta de Millevaches, los lagos de Auvernia y el monte Mézenc.

No deben olvidar los prismáticos y si tienen suerte podrán observar al halcón peregrino, el cazador más veloz del universo alado ya que es capaz de caer sobre sus presas a una velocidad de 300 km/h.

El Parque alberga el centro invernal de Super-Besse, que ha habilitado una pista para descenso en bicicleta de montaña; posee 15 Km. de pistas de esquí a las que se llega mediante el flamante Funitel que sustituye al antiguo teleférico. Cuenta con dos espacios para los más chiquitos: Bike Park y Kid’s Zone, en los cuales pueden practicar antes de transitar las pistas. En la pista negra se realiza la Copa de Auvernia de bajada en bici de montaña, que congregado más de cien corredores. Con esta nueva actividad, Super-Besse es un destino para todo el año, ya que en verano se realizan bajadas en trineo y esquí sobre hierba.

Pero los habitantes más cautivantes del parque son los volcanes. Los hay de todas formas, desnudos o cubiertos de árboles, y se despliegan desde el Puy-de -Dôme al noroeste hasta Cantal al sudoeste de Cantal; algunos tienen varios millones de años de edad, pero otros como los Domos o cadena de los Puys, exhiben sus jóvenes cien mil años.

Los especialistas dicen que siempre es posible que estos volcanes vuelvan a la vida, y prueba de ello es el lago Pavin, que registra emisiones gaseosas desde su profundidad de 92 metros.

Si está pensando en visitar este Parque de Volcanes, el Centro de Interpretación posee también albergue y restaurante, pero fuera de la reserva hay excelentes lugares donde alojarse; pequeños y encantadores hoteles y restaurantes donde saborear la gastronomía local tranquilamente al sol, como por ejemplo las trufas, embutidos y la especialidad del lugar, ancas de rana.

El Parque de Volcanes de Auvernia se encuentra a 637 Km. de Barcelona y 1056 Km. de Madrid, y es muy fácil llegar mediante autopistas, ferrocarril o en avión, ya que los aeropuertos locales se conectan diariamente con las principales ciudades francesas.

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