El monumental Palacio del Parlamento, en Bucarest
Cuando uno circula por la zona del Palacio del Parlamento en Bucarest, se imagina que se trata de un edificio heredado de la época de las construcciones monumentales, de otro siglo. Sin embargo, estamos ante una edificación de la década de 1980, que habla un poco del delirio ornamental del gobierno comunista rumano, y que tiene la particularidad de aparecer en el libro Guinness como el edificio administrativo más grande del mundo.
Pero ese no es el único logro: también es el más pesado, si se tiene en cuenta su construcción y además el más caro. El Palacio del Parlamento fue concebido y realizado casi íntegramente por el gobierno de Nicolae Ceausescu, y por aquellos tiempos se llamaba Casa de la República. Su edificación llevó varios años, y se realizó entre 1984 y 1989 en la parte central de Bucarest.
En total tiene 270 por 240 metros, más 86 metros de alto y 92 metros bajo tierra, con una superficie total de 340.000 metros cuadrados. Está dividido en seis niveles y 21 partes distintas, con unas 1.100 habitaciones. Verdaderamente monumental, la construcción posee dos estacionamientos subterráneos y tiene enormes comodidades tanto en los niveles superiores como en los inferiores.
Sobre su construcción, decir que posee algunos elementos del estilo arquitectónico neoclásico y otros más eclécticos. Se utilizaron alrededor de un millón de metros cúbicos de mármol provenientes de Transilvania, con otros varios materiales como vidrio, espejos, bronce, y hay profusión de lámparas, arañas, alfombras de lana, revestimientos de madera, entre otros múltiples elementos.
Como decíamos, es un edificio de la década de 1980, y la primera piedra se puso el 25 de junio de 1984. Si bien fue pensado para albergar a las instituciones que formaban parte del Estado, Ceausescu finalmente decidió vivir en él. Hoy se lo puede visitar y recorrer sus múltiples salas, las cuales llevan nombres de personalidades rumanas como Nicolae Balcescu, Nicolae Iorga, Alexandru Ioan Cuza, Tache Ionescu, entre otros.
Una vez llegada la revolución, la actividad de este edificio se modificó: ahora se alberga la Cámara de Diputados de Rumanía, y se colocaron unos edificios que facilitan el acceso al Museo Nacional de Arte Contemporáneo que se abrió en 2004 en el interior del ala oeste, como así también al Museo y Parque del Totalitarismo y el Realismo Socialista, abierto desde el mismo año.
Visita más que imprescindible si venís a Bucarest. No solo por lo que impone, sino por todo lo que conlleva desde el punto de vista histórico para el país.
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