Cullera, escapada a la montaña mágica
A sólo 38 Km. al sur de Valencia, a orillas del Mediterráneo, en la llanura, hay una ciudad custodiada por la Muntanya de les Raboses o también llamada Montaña de Cullera, de 225 metros de alto. La llanura es surcada por el río Júcar, que a través de una extensa red de acequias, llega con su agua hasta los huertos y cultivos de frutales y arroz. La ciudad es Cullera; la montaña, llamada también la Montaña del Oro, o la Montaña Mágica, nos espera hoy para revelarnos todos sus secretos.
Poblada desde los tiempos más remotos, pues los hallazgos arqueológicos han revelado la presencia humana desde el paleolítico superior, aquí se encuentra el Abric Lambert, un yacimiento de pinturas rupestres que ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la invención del Arte Esquemático. Estamos en el importante Portum Sucrone de la antigüedad; los árabes la llamaron Qulayra y construyeron el castillo, protegiendo el poblado con una muralla: es el antiguo Barri del Pou o barrio del pozo, con su aire de medina islámica y las blancas y estrechas calles de la judería.
Hay muchísimo para ver y hacer aquí en Cullera, una ciudad de suave clima mediterráneo y una excelente oferta turística que combina ocio, cultura y diversión. Para saberlo todo acerca de Cullera, lo mejor es comenzar por alguno de sus puntos de información turística: son cuatro en total, y hay uno en la playa y uno en el faro. Luego podemos recorrer el centro histórico con su mercadillo o abordar el tren turístico, con dos recorridos posibles: uno desde el paseo marítimo hasta el castillo, y el otro hasta la Cueva del Pirata Dragut, cerca del Faro. Si desean comprar pescado fresco han llegado al lugar indicado; no hay más que esperar la llegada de las barcas en el puerto, todos los días a partir de las 4 de la tarde. Al atardecer la playa espera a sus visitantes con los chiringuitos y ambiente tranquilo que a medida que va avanzando la noche, se anima al ritmo de la música de los más jóvenes.
No debemos dejar de visitar el Castillo, emblema de la ciudad, de rica historia, elegido por los turistas como mirador perfecto hacia el municipio y la comarca. Cuenta con un santuario del siglo XIX dedicado a la Moreneta, patrona de la ciudad. El castillo es una impresionante construcción medieval que mira al mar y fue durante siglos lo primero que vieron los viajeros al llegar a esta región. Fue construido en el siglo XIII y tenía funciones defensivas y también de recreo, pues el rey Jaime I llegaba hasta aquí para sus jornadas de caza. Está unida por una rampa con la Torre de la Reina Mora, que estaba en la entrada del recinto amurallada, y a su vez con otra torre frente al mar, la Torre Miranda.
Es muy fácil llegar a Cullera desde Valencia por las carreteras A-3, A-7 y otras como la N-332 o la carretera Nazaret-Oliva (CV502). Si prefieren volar, deben llegar hasta los aeropuertos de Manises en Valencia, a 40 Km. de Cullera, o El Altet de Alicante, a 115 Km. Los entusiastas del ferrocarril encontrarán servicios cada media hora desde Valencia y salidas diarias o semanales desde Madrid.
Si la idea es quedarse, hay amplia oferta hotelera, desde campings hasta hoteles pasando por hostales y pensiones ya que es una ciudad muy turística. Comer no será problema: abundan los restaurantes y casas de comida para todos los gustos y presupuestos. Lo importante será saborear la original gastronomía de Cullera, tradicional y de calidad, con el protagonismo indiscutido del arroz. De hecho, si llegan en primavera, podrán disfrutar del Certamen de Variedad de Arroces Ciudad de Cullera, que concentra diversos concursos y muestras gastronómicas con menúes degustación. Si están en otoño, en cambio, se encontrarán con la Jornada Gastronómica Marinera, una celebración que convoca cientos de visitantes cada año.
Foto: Turismo de Cullera
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