Cueva El Soplao, tesoro único en Cantabria
“Así El Soplao es un nombre de aliento… Así El Soplao lleva el nombre del viento” dice la escritora Valentina Siegfried Villar. Es que los 14 km de galerías subterráneas de esta antigua mina en Cantabria albergan un bosque de formaciones calcáreas de seiscientos mil años de antigüedad, un tesoro único e impresionante, de formas caprichosas y visión sobrecogedora. Las galerías se encuentran en la Sierra de Arnero, paralela a la costa, entre dos valles: al este, el del río Bustriguado y al oeste, el del río Nansa, en el término municipal de Herrerias, localidad de Rábago.
En el marco de un paisaje de impactante belleza se encuentra la Cueva de El Soplao, una antigua explotación minera dedicada a la extracción de calamina que funcionó hasta el año 1979. A lo largo de su historia se construyeron en el interior de la mina galerías de transporte y desagüe y se realizaron obras de mecanización y comunicación.
Ahora, la Cueva de El Soplao es la primera de valor geológico y arqueológico minero que se abre al público y visitarla es una experiencia inolvidable. Sus blancas formaciones excéntricas o en forma de hélices son incomparables y son las que hacen única a esta cueva, pues aquí se encuentran en una abundancia, calidad y espectacularidad como no hay otra igual.
Las formaciones calcáreas tapizan suelos, paredes, techos, antiguos implementos mineros y hasta en las entradas artificiales como las galerías Gorda, del Campamento, La Coliflor y El Bosque.
La visita guiada nos lleva dentro de la cavidad a bordo de un tren minero que recorre unos cuatrocientos metros; luego nos esperan sesenta metros a pie por las antiguas galerías hasta llegar a la cavidad. En total el recorrido abarca mil quinientos metros. Se organizan también expediciones de turismo aventura, sólo para mayores de doce años, con guías y equipo especializado: casco con luz, botas, prendas de seguridad. Este recorrido abarca tres kilómetros dentro de la cueva, pasando por túneles y galerías como La Isidra, Los Italianos, el Campamento, la sala de El Órgano, y la galería El Bosque, con sus espectaculares formaciones.
Para la visita turística los niños hasta tres años entran gratis y hay descuentos para jubilados, discapacitados, estudiantes y grupos. Les recomendamos reservar su excursión en forma anticipada e informarse muy bien acerca de los horarios, ya que es un paseo muy concurrido.
Ya que estamos aquí, aprovechemos para recorrer un poco la comarca; encontraremos el Parque Natural de Oyambre y la Reserva Nacional del Saja, con sus escarpado relieve y tranquilidad única, o la franja costera con las rías que dibujan un paisaje sorprendente y una cultura que combina las tradiciones rurales y marineras.
Si la idea es quedarse, pueden buscar alojamiento en las localidades turísticas cercanas como la villa marinera de San Vicente de la Barquera, con su amplia playa y casas antiguas, o Comillas, donde encontrarán albergues, apartamentos, hoteles y posadas rurales para todos los gustos y presupuestos. Comer no será problema; encontrarán varios restaurantes con una amplia oferta, pero les recomendamos no dejar de saborear los platos típicos con productos del mar, como el sorropotún, y de postre el dulce más conocido llamado pejina.
Es muy fácil llegar a El Soplao, que se encuentra a sólo 80 Km. de Santander, por carretera tomando la Autovía A8 de Santander a Oviedo y la salida 269 que nos conduce a Los Tánagos, Pesués y Puentenansa. Pasando el Puente del Arrudo se debe tomar la desviación a Rábago y se llega al complejo turístico El Soplao. Si llegan en vehículos todo terreno, pueden tomar las pistas forestales de Celis-Rionansa y desde La Florida-Labarces hasta Celis, y el siguiente pueblo al cruce de Rábago. También por la pista forestal La Florida-Caviña, tomando la Carretera Roiz-Labarces y el desvío a La Florida.
Foto: Comunidad Fotolibre
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