Conde de Villanueva, hotel señorial en La Habana
A comienzos del siglo XVIIII, la isla de Cuba era renombrada por su tabaco; de hecho, albergaba grandes plantaciones y el tradicional cigarro de puro tabaco lleva precisamente el nombre de la ciudad: habano. Uno de los grandes productores de tabaco era Claudio Martínez de Pinillos, conde de Villanueva. Su mansión fascinaba a los visitantes por su sobriedad y frescura, su hermoso patio interior y su perfecta armonía colonial. Precisamente en esta mansión del tabaco funciona el hotel Conde de Villanueva en el que nos vamos a alojar hoy.
El Hotel Conde de Villanueva está ambientado en la cultura del tabaco; cada habitación lleva el nombre de alguna famosa plantación de Cuba y además ofrecen los mejores puros para degustar. La mansión fue construida en 1712; son en total 9 habitaciones, 2 de ellas suites junior, distribuidas en 2 plantas, categorizadas como estándar, matrimoniales, dobles y dobles que pueden adaptarse a triples. Cuentan con cuarto de baño con secador de cabello, teléfono de línea directa y TV vía satélite. También están equipadas con minibar, aire acondicionado central, caja fuerte de alquiler y balcón o terraza. Incluyen el desayuno, están dispuestas alrededor del patio y en ellas por supuesto está permitido fumar.
Dentro de los servicios para los huéspedes encontrarán el área de recepción abierta las 24 horas, servicio de caja fuerte y cambio de divisas, guardarropa y ascensor. Además, cuenta con cafetería, bar, restaurante con tronas, comedor, sala de conferencias, conexión a Internet con cargo, servicio de habitaciones y lavandería, aparcamiento con cargo y club infantil. Una de las grandes protagonistas de este hotel es su arquitectura, con espectacular fachada de óxido rojo recortada, puertas de verde cobalto, blancos detalles y faroles de hierro forjado. Un pequeño parque inmediatamente frente a la entrada ofrece un fresco y acogedor espacio para relajarse.
El edificio ha sido completamente restaurado conservado muchos de los elementos originales como los mosaicos coloniales y las arañas de cristal. El patio está decorado con estatuas de mármol, jaulones con aves canoras y vitrales de colores. El salón de fumar invita a disfrutar la amplia selección de cigarros cubanos. En el vestíbulo se encuentra instalado un torcedor de cigarros, para que el público pueda observar el trabajo del artesano y adquirir un cigarro recién torcido.
El Hotel Conde de Villanueva está exactamente en la esquina de Mercaderes y Lamparilla, en pleno centro histórico de La Habana, a 2 minutos a pie de los principales atractivos turísticos de la ciudad, como la Plaza Vieja, la estación central, la Plaza de San Francisco y el Museo del Chocolate.
Más información y reservas: Hotel Conde de Villanueva
Foto: vía Hotel Conde de Villanueva
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