El canal Dijver, en Brujas

Añoraréis Brujas y el canal Dijver, os lo aseguro. Cuando hayáis vuelto a vuestro lugar de origen a buen seguro recordaréis, como un momento especial, el tranquilo paseo entre canales de esta ciudad flamenca, pero en especial, el del canal Dijver, concurrido por turistas, sí, pero con un ambiente tan especial que se queda impregnado en la piel como el mismo aroma nostálgico que esta ciudad desprende.
El canal Dijver es uno de los más bellos de la ciudad, un canal bastante pequeño pero desde el que se tienen algunas de las mejores vistas de la ciudad, un paseo para enamorados o simplemente para solitarios que quieren dejar vagar libremente sus pensamientos.
Para saber cómo es la ciudad: Brujas, la más romántica joya flamenca.
Dónde está y cómo llegar
Este canal va desde el cruce con la Wollestraat (una calle que baja directamente de la Grote Markt) hasta la esquina de la Kathelijnastraat, la calle más comercial de Brujas; sin embargo, os recomiendo que os metáis por el callejón del Asno Ciego, el que sale desde la céntrica plaza Burg hacia una plaza de locales y restaurantes, por delante de la Brasserie Mozarthuys. Esta plaza desemboca en la Braambergstraat, en un famoso recodo del canal Dijvers, desde donde están tomadas algunas de las fotos más conocidas de la ciudad, esas en la que se puede ver la torre de los Hallen al fondo, y que podéis ver en la galería de fotos adjunta.

Un paseo junto al canal
Es el comienzo del paseo Dijvers. Como os decía es un corto trayecto que, tomado rezuma tradición. Allí, junto al canal, cincelado por las hermosas casas de piedras que lo rodean y por el leve susurro de las barcas que continuamente surcan sus aguas, artistas que pintan estos encantadores rincones en sus lienzos, y puestos de chocolates y dulces, se juntan para darle ese toque tan agradable que lo hace inolvidable.Es en este sitio donde además los días festivos y fines de semana se celebra un clásico mercadillo.
Es cierto que en las horas puntas, a medida que se acerca las horas de las comidas, a partir de las 11/12 de la mañana, los turistas empiezan a agolparse por el canal en torno a los muchos restaurantes con los que cuenta, pero si sabéis buscar el momento propicio, bien temprano, cuando salen los primeros rayos de sol, o incluso ya bien entrada la tarde, cuando el sosiego y la calma vuelven a adueñarse del lugar, a buen seguro que lo disfrutaréis más.
Allí, en torno al canal Dijver hay un par de embarcaderos en los que podrás dar, además, ese clásico paseo en bote que como buen turista, todo el mundo se hace. Desde las aguas verás a una Brujas diferente, más elegante, más tranquila, de ladrillos enmohecidos y rincones pacíficos, una ciudad que permanece aletargada con el paso de los años. En esos embarcaderos, generalmente entre las 10 y las 18 h., entre marzo y noviembre, podrás hacer ese minucrucero por la ciudad.

De noche…
Llega la noche, y Brujas se torna diferente. Como su mismo nombre, el embrujo te rodea. Se vuelve silenciosa casi hasta obligarte a estremecerte, no sé bien si por su belleza o por la magia que transmite. Los turistas desaparecen y algunas calles y canales se tornan desesperadamente solitarios. Solo oirás tus pasos, uno tras otro, retumbando sobre los adoquines. Resiste las ganas de volver al hotel, y solo déjate llevar.
Recuerda… es Brujas. Y no la olvidarás.
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