Brujas, la ciudad más romántica

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El silencio de la noche parecía adormecer los solitarios pasos que resonaban en las adoquinadas piedras de la calle Dijvers, en Brujas. Estaban a punto de cerrar en la cervecería pero yo apuraba los últimos sorbos de mi cerveza lo más lentamente posible, intentado alargar aquel mágico momento en una ciudad de cuento de hadas.

Sentado en la esquina de la calle Dijvers, cerca de la curva del Groenerei, en la Orilla de los Marineros, había decidido pasar los últimos momentos del día, viendo como el sol se ocultaba tras la soberbia torre de los Hallen que se erguía ante mis ojos, más allá del canal. Apenas el ruido de los pasos de los pocos turistas que iban ya quedando; de vez en cuando, el susurro sibilante de una barca desplazándose por las mansas aguas de los muchos canales de Brujas, y la nostalgia, el encanto, y el embrujo de unas casas empedradas y curtidas por varios siglos de Historia. Esas eran mis únicas compañeras de diversión. No necesitaba más.

Mentalmente repasé todo lo que había hecho en el día, desde que enfilara la Steen Straat desde la estación de tren, adonde había llegado muy temprano procedente de Bruselas. Había sido poco menos de una hora de trayecto, nervioso, eso sí, porque llegaba al que para mí era el punto culminante de mi viaje a Bélgica.

Muchos me habían hablado de Brujas, y sabía, por mis gustos, ya que me encantan las ciudades donde la piedra y el agua es su elemento de vida, donde se aspira el olor de los siglos añejos, y se saborea la cultura y la tradición en cada esquina. Y sabía que Brujas no me defraudaría. No, no lo hizo, es más, incluso me superó.

Al final de la calle Steen se encuentra la principal plaza de Brujas, la plaza Markt, bellísima y abierta, donde la torre Hallen es la elegante señora que la preside. Nada más entrar en ella, a mano derecha, en su lado sur, se encuentra el edificio de los Hallen donde se instaló el altísimo campanario de 83 m. y que sirve de faro guía de la ciudad, pues el mismo se ve desde casi cualquier sitio de Brujas, de modo que por él podréis orientaros perfectamente. Pero la belleza de la Markt no reside sólo en su campanario, sino en los bellísimos edificios de los siglos XVI y XVII que están al otro lado de la plaza, o por el soberbio Palacio de la Provincia, de estilo neogótico y del siglo XIX, que se encuentra en el lado este.

La Plaza Markt es el corazón de la ciudad; rezuma vida y alegría; es el centro de reunión de la juventud y de los turistas, un lugar donde poder disfrutar de la gastronomía belga, o de una rica cerveza, tranquilamente, rodeado del más puro ambiente de Flandes.

Conectada a la plaza Markt por una estrecha callecita está la Plaza Burg, la del Ayuntamiento, un lugar bastante más cerrado que el anterior pero no por eso menos bello, pues todos los edificios que la rodean son de un marcado simbolismo histórico. Allí se encuentran la Probostía, de estilo barroco y del año 1662, el mencionado Ayuntamiento, que se remonta al siglo XIV y es de estilo gótico, y la Basílica de la Santa Sangre, construida en el siglo XV sobre las ruinas de una iglesia romana del siglo XII. También en esta plaza se encuentra el Palacio de Justicia, hoy museo, que data del año 1727.

Al salir de la plaza por un pequeño arco situado en este edificio, nos encontramos con la vista más típica de Brujas: la de los canales. Es aquí donde comienza la verdadera esencia de la ciudad. Es la conocida calle del Asno Ciego la que nos conduce, entre puentes pequeños que se alzan sobre las tranquilas aguas, hacia la tradicional Orilla de los Marineros y al Groenerei, revueltas de pequeñas calles empedradas repletas de bares y restaurantes donde aprecias el sabroso pescado y sobre todo la tradicional olla de mejillones con patatas fritas que tan típicas son allí.

brujas en Belgica

Saldremos de las callejuelas directamente a la calle Dijvers, un lugar que para mí fue muy especial; una avenida casi peatonal, salpicada de pintores intentado plasmar el alma de su ciudad en los lienzos, de puestos de chocolates, de frutos, de gofres, de bellísimas y antiguas casas con las fachadas cubiertas de fresca yedra que parece deslizarse en busca del mar, y del fresco aroma de los tilos que nos acompañan por toda la calle. Es la calle Dijvers una calle para disfrutarla, para detenerse en cada puesto, para admirar y fotografiar cada esquina, para sentarse y sentirla…

Y al final, dibujada contra el cielo de Brujas, la iglesia de Nuestra Señora que alberga una de las joyas artísticas de Brujas, la Virgen con Niño, un grupo escultórico de mármol que labró el mismísimo Miguel Angel en el año 1506.

Esta iglesia nos abre paso hacia la más turística Sint Katelijn Straat, una calle alegre y bulliciosa repleta de tiendas de recuerdos de Brujas, de chocolaterías, de tiendas de cervezas y encajes, y por supuesto, de bares. De una de sus bocacalles arranca el Beginhof , una zona construida en el año 1245 para el descanso del alma. Nunca mejor dicho, sí, porque parece un lugar aparte de la ciudad; un sitio donde la tranquilidad es absoluta, como si de un claustro se tratase; donde todo parece en perfecta armonía, y cuidado al más mínimo detalle.

Por último, un poco más adelante, el romántico Lago del Amor, el Minniewater, donde podréispasear en barca si queréis rodeados de cisnes y bellos árboles que jalonan sus riberas. Allí, sentados una vez más frente a él, aspiraréis la humedad del aire, y os traerán el recuerdo de tantas historias vividas por vosotros.

Quedan muchos más lugares por conocer en Brujas. Aquí tenéis una guía informativa  de la ciudad: información de Brujas.

En ese momento, volví de mi ensoñamiento. El camarero me había traído la cuenta. Tomé el último trago de la Chimay, y subiéndome la cremallera de mi chaquetón, me enfundé acurrucado en él, para oir una vez más mis pasos retumbando en aquella mágina noche…

Brujas… por siempre.

Éste es el primer artículo que escribo por petición de quienes leéis estas páginas. Según la encuesta que os puse, fue el lugar más votado. Cada semana os pondré una encuesta con cuatro lugares, para que vosotros mismos elijáis qué queréis conocer la semana siguiente. Podréis ver la encuesta y votar en la columna derecha ¡Animaros a participar!

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3 comentarios

  1. La maga dice:

    Hola:

    Me encanto tu articulo sobre Brujas, creeme que me muero por ir de inmediato a esta
    gran ciudad que ya deberia de conocer desde hace tiempo.
    Podria hacerte mas preguntas sobre la ciudad?

  2. admin dice:

    Hola, Maga:

    Claro, puedes preguntarme lo que quieras, que te ayudaré en lo que pueda. Brujas es mi ciudad preferida de las que conozco, la verdad.

    Saludos

    Javier.

  3. Jorge Escanilla Bate dice:

    La Embarro para bueno tu artículo…Felicitaciones… Quiero ir a Brujasssssssssssss yo también… jajajajaja saludos Afectuosos Desde Chile.

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