Brasilia, modernidad y leyenda
No atesora siglos de historia, ni hunde su pasado en raíces coloniales o imperiales. Brasilia, el Distrito Federal o capital de Brasil, fue creada en la región central del país prácticamente de la nada, en un territorio cedido por el estado de Goiás que hasta ese momento había sido una zona despoblada, casi un desierto, para pasar a ser directamente una gran ciudad.
Su construcción se debió a la iniciativa del entonces presidente Juscelino Kubitschek, que quería una nueva ciudad para instalar en ella la capital del país. La obra, inaugurada en abril de 1960, fue realizada por el arquitecto Oscar Niemeyer (hoy mundialmente famoso) y el urbanista Lucio Costa, combinando belleza, sencillez y funcionalidad en una construcción innovadora.
Brasilia cuenta hoy con una población de algo más de dos millones de habitantes, y en 1987 fue declarada por la UNESCO Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Hay muchas cosas interesantes para ver en Brasilia. Está la Explanada de los Ministerios y la Plaza de los Tres Poderes, que concentran gran cantidad de edificios y monumentos como el Congreso Nacional (sede del poder Legislativo), el Palacio del Planalto, el Supremo Tribunal Judicial, el Palacio da Alvorada, la Catedral Metropolitana, el Palacio de Justicia y el Palacio Itamaraty, entre otros edificios.
Las obras de arte en lugares públicos son numerosas, en especial de artistas brasileños; por ejemplo, en los Jardines de Burle Marx, se encuentran las estatuas de Ceschiatti, paneles de Athos Bulcão, murales de Di Cavalcanti y esculturas de Bruno Giorgi. Los museos tienen un lugar destacado; algunos de ellos son: el Memorial JK, Museo do Catetinho, Museo del Indio y Museo de Artes y Tradiciones del Nordeste.
Otra característica de esta gran capital es su fuerte espiritualismo. No sólo casi todas las religiones tienen sus templos en Brasilia, sino también las creencias esotéricas. Hay un tour que visita todos los edificios, religiosos o no, en forma de pirámide, forma a la que se atribuyen propiedades energéticas; el más famoso de ellos es el Templo da Boa Vontade (Templo de la Buena Voluntad).
El Vale do Amanhecer (Valle del Amanecer), en la localidad de Planaltina, a unos 42 Km. de Brasilia, fue fundado por una médium llamada Tía Neiva, y es un caso notable de sincretismo religioso, al mezclar cultos tan diversos como los afrobrasileños, egipcios, incas, aztecas, mayas… Hay otros lugares igualmente llamativos, como la Ciudad Ecléctica, a 62 Km. de Brasilia, donde no usan dinero ni hacen negocios; o la Fundación Ciudad de Paz, que busca unir la ciencia y las tradiciones espirituales, y administra la Universidad Holística Internacional de Brasilia.
Ciudad moderna, algunos le adjudican orígenes legendarios. Como los que atribuyen a Brasilia ser la ciudad cuyo surgimiento profetizó San Juan Bosco en 1883, o la teoría que descubre coincidencias históricas y arquitectónicas entre Brasilia y la ciudad construida en Egipto hace 3.500 años por el faraón Akenatón.
Foto vía: Carlos Fabiano Braga
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