Bled, un pueblo esloveno entre montañas

Hoy en día contemplar un mapamundi del siglo XX me despierta cierta nostalgia. No buena, pero nostalgia al fin, de infancia perdida, pues al ver Europa ya no veo un bloque entero de países (¡menos mal!), sino una multitud de estados independientes que han salido a la luz después de la caída del Comunismo. La geopolítica de la zona nunca fue demasiado tranquila pero hoy parece haberse encauzado hacia su forma definitiva. Aquí está Eslovenia, en Europa Central, un país pequeño pero muy interesante para visitar.

La capital es Ljubjana pero hay otros destinos atractivos para conocer y uno de ellos es Bled, un destino turístico muy popular en el país porque es muy hermoso, entre montañas y con un bello lago. El Lago Bled es un lago de origen glacial que está en los Alpes Julianos y que mide 2.120 metros de largo por 1.380 metros de ancho. Tiene una profundidad de 30 metros y es una postal, rodeado de bosques y montañas y hasta con un castillo medieval en la orilla. El lugar tiene un clima templado muy benigno así que cuando la alta burguesía y la aristocracia comenzaron a tomarse vacaciones este fue uno de los sitios elegidos, allá por el siglo XIX.

En el lago hay una isla, llamada isla Bled, que es la única isla del país, y tiene un puñado de edificios antiguos, entre ellos una hermosa iglesia del siglo XV con una torre de 52 metros de altura. Además, sobre la orilla norte está el Castillo Bled, milenario a estas alturas. La parte mas antigua es una torre de estilo romanesco pero el resto de la estructura se amplió en la Edad Media y hay distintos estilos en éste edificio caracterizado por escalinatas, patios, puertas y murallas. Este castillo es una de las atracciones turísticas mas visitas en el país entero pero el pueblo no se queda atrás y juntos hacen que la excursión desde la capital eslovena sea una de las mejores que ofrece el turismo de este país.

Ya lo sabes, si vas a Eslovenia debes conocer Bled pues sólo está a 47 kilómetros de distancia.

Foto: vía Skyscanner