Bilbao, mucho más que el Guggenheim
Se puede pasear en la ciudad de Bilbao, aunque parezca mentira, sin pasar por el Guggenheim, lo cual nos proporcionará otro punto de vista de la ciudad, quizás menos turística. Podemos comenzar el paseo en la agitada plaza Circular y de aquí, descendiendo por la calle Buenos Aires, nos encontraremos por primera vez con la columna vertebral de la ciudad, es decir, con la ría. Crucemos el puente observando, al otro lado, un edificio con personalidad propia, es la sede del Ayuntamiento.
Doblando hacia la derecha podremos llegar hasta el Arenal, unos jardines que pese a no tener mucho misterio, suelen ser muy frecuentados por los bilbaínos, que los usan como centro de encuentros y actividades. Desde aquí podemos entrar en el casco viejo por la fachada de la iglesia de San Nicolás de Bari y a través de la calle Correo, entrar en la neoclásica Plaza Nueva. Una bonita plaza con 64 arcos porticados, bares con terrazas y mercadillo los domingos.
Después, si queremos tras tomar un pincho, podemos acceder a la calle de la Cruz, donde se encuentra el Museo Arqueológico, Etnológico e Histórico Vasco, donde podremos ver utensilios y piezas usados por los vascos desde la prehistoria. Cerca, ya en las conocidas Siete Calles del casco antiguo, podremos encontrar la catedral de Santiago, uno de los mejores ejemplos del gótico de Vizcaya. Antes de pasar por las bulliciosas calles del casco histórico hasta llegar a la iglesia de San Antón, asomando otra vez la ría, podemos observar la portada del Angel de la catedral de Santiago.
Nos volveremos para callejerar hasta encontrar la calle Bidebarrieta. Dejaremos esta calle en el majestuoso Teatro Arriaga, un edificio inspirado en la Ópera de París.Cruzando el puente del Arenal volveremos otra vez a la plaza Circular. Desde aquí, y tras descansar otro ratito, podremos disfrutar de la Gran Vía, dedicada al fundador de la ciudad Don Diego López de Haro. Se trata de la arteria financiera y comercial de la capital vizcaína. Haremos un alto ante el palacio de la Diputación Foral de Vizcaya en la gran plaza de Moyua.
En fin, un paseo por Bilbao que nos permitirá conocerla en sus entrañas, en sus calles más históricas y animadas sin tener que visitar (lo podemos dejar para otro día) el Guggenheim. Si pensáis veniros de visita a la capital vizcaína, recordad que os aguarda, repleta de rincones por conocer.
– Para saber más…
Foto Vía: Doomenicvs
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