Santorini, el atardecer más bello

Atardecer desde Thira

Santorini es uno de los grandes destinos turísticos del Mediterráneo, situado en el Mar Egeo, a algo más de 200 kilómetros al sureste de la Grecia continental. Forma parte del archipiélago de las Cícladas, y cuenta con una población superior a los trece mil habitantes. No solo ellos la consideran precisamente la isla griega más hermosa.

Seguro que a muchos de vosotros os vendrá a la mente su silueta azul y blanca, recortada en el bello horizonte de un acantilado. Curiosamente el origen de tanta belleza fue una explosión volcánica hace más de 3.500 años, que hizo desaparecer buena parte del territorio de la antigua isla, creando la caldera más grande del mundo. De ahí su carácter abrupto y su suelo eminentemente volcánico, con perfiles montañosos y paredes verticales que caen hacia el mar.

La capital de Santorini es Thira, y el principal puerto de entrada se encuentra en Athinos. Una ciudad muy bulliciosa, especialmente durante la época estival, cuando los turistas se agolpan en el laberinto de sus estrechas callejuelas empedradas. Es una isla en forma de media luna, escarpada y rocosa al oeste, cayendo en profundo acantilado hacia el mar, y mucho más suave su ondulación al sur.

Las casas de Santorini están salpicadas por todas partes, mezclándose con las pequeñas iglesias de cúpulas azules. Allí se congregan las calles empedradas, muchas de ellas en pendiente, llenas de tiendas de recuerdos, souvenirs, galerías de arte con pinturas, tabernas, restaurantes, etc…

Pero si por algo es famosa Santorini, además de sus playas, su gastronomía y su belleza pintoresca, es por sus atardeceres. Imaginaros lo que puede ser contemplar desde sus pequeños pueblos blancos cómo el sol se hunde en el Mar Egeo. La postal del atardecer en Santorini es imposible de olvidar. Son precisamente estos atardeceres uno de los principales atractivos de esta isla.

Desde Thira, la capital, hay unas vistas envidiables. Muchos son los restaurantes que sirven de mirador desde el acantilado. Una cena romántica al abrigo del atardecer es uno de los mayores encantos de Santorini. Hay un restaurante, el Vanilla, situado en un antiguo molino de viento del siglo XIX, otra de las estampas de la isla, que cuenta con el mejor mirador de la capital.

Diez kilómetros al noroeste de Thira se halla el pueblo de Oia. Dicen los lugareños que es aquí desde donde se contemplan los mejores atardeceres de Santorini. Ya os daréis cuenta cómo, a medida que va cayendo la tarde, los turistas abandonan sus calles empedradas para dirigirse a los acantilados y los restaurantes-miradores. De ellos os recomiendo el Skala, la terraza más grande de Oia.

Atardecer desde Oia

Dos kilómetros al norte de Thira encontramos Imerovigli, un enclave mucho más tranquilo que la capital y que Oia, y desde el que divisar un atardecer algo más íntimo. En el trayecto que separa Thira de Imerovigli hay algunos hoteles que se asoman a los acantilados, con vistas al Egeo. Si queréis una pequeña recomendación, el mejor para contemplar el atardecer es el Anastasis.

Otros lugares desde los que divisar estupendos atardeceres son Ammouthi, una pequeña aldea de pescadores que en verano multiplica su población, especialmente con la llegada del ocaso. Algo más al interior de la isla se sitúa Pyrgos, en el punto más alto de Santorini, por lo que las vistas son más que estupendas. Además no presenta el nivel de turismo que otros puntos costeros de la isla.

De Pyrgos vamos hasta Akrotiri, siete kilómetros al suroeste, situado en otro de los puntos altos de la caldera. Desde aquí no solo se pueden contemplar atardeceres, sino también otros pueblos de la isla y la hermosa Playa Roja, una de las más conocidas y pintorescas de Santorini. Es un lugar muy tranquilo y tradicional, con pequeñas tabernas de pescados y mariscos a los pies de la playa.

Una isla, como véis, especial y única para los amantes de la naturaleza y la fotografía. Nada más acercaros en barco a Santorini descubriréis la belleza pintoresca y blanca de Thira y Oia sobre los acantilados, cayendo sus edificios en cascada hacia el mar.

Santorini y sus grandes contrastes. Playas de arena negra, recuerdo de la tremenda erupción volcánica, enormes acantilados, pueblos de blancas fachadas y cúpulas y balcones de intenso azul. Santorini de árboles inclinados, calles empedradas y tabernas donde degustar el mejor vino, acompañando a un buen pescado y un marisco. ¿Quién se sigue aún preguntando el porqué de su encanto?… y los atardeceres…

– Cómo llegar a Santorini

A Santorini se puede llegar tanto en barco como en avión. El aeropuerto se sitúa al norte de Kamari, diez kilómetros al este de Thira. Lo mejor es llegar hasta Atenas, y desde aquí vuelo a Santorini (trayecto de apenas 45 minutos) A la llegada del aeropuerto hay autobuses y taxis que os llevan hasta Thira.

Si optáis por el barco llegaréis hasta el puerto de Athinos, tres kilómetros al sur de Thira, aunque también hay otro pequeño puerto en la propia capital, al que llegan algunos cruceros. Estos ferries se pueden tomar en el puerto ateniense del Pireo y, haciendo escalas en diferentes islas, tardan en llegar a Santorini unas nueve horas. Hay otros ferries algo más rápidos que hacen el viaje en 5-7 horas.

Os dejo, finalmente, con unas preciosas imágenes de la ciudad: video de Santorini

Foto 1 Vía John Cuthbert
Foto 2 Vía The Art of Slack

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